Los obispos discrepan sobre la vertiente moral de la unidad de España

La Conferencia Episcopal acuerda publicar una instrucción doctrinal "de largo alcance"

"Vísteme despacio que tengo prisa". Con esta napoleónica disculpa justificó ayer el portavoz de los obispos la decisión de la Conferencia Episcopal de retrasar sine die la publicación de un documento doctrinal sobre la difícil situación por la que, según ellos, atraviesa España. El 20% de los prelados votó en contra o se abstuvo. La instrucción pastoral, "de largo alcance", ilustrará también sobre si en el debate sobre la unidad nacional hay "implicaciones morales".

"Interesa saber si hay cuestiones morales implicadas en la unidad de España. Es uno de los debates que hemos tenido...

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"Vísteme despacio que tengo prisa". Con esta napoleónica disculpa justificó ayer el portavoz de los obispos la decisión de la Conferencia Episcopal de retrasar sine die la publicación de un documento doctrinal sobre la difícil situación por la que, según ellos, atraviesa España. El 20% de los prelados votó en contra o se abstuvo. La instrucción pastoral, "de largo alcance", ilustrará también sobre si en el debate sobre la unidad nacional hay "implicaciones morales".

"Interesa saber si hay cuestiones morales implicadas en la unidad de España. Es uno de los debates que hemos tenido. No está claro que esta cuestión sea meramente política. No se está hablando de la Constitución, sino de la unidad de España. ¿Hay cuestiones morales implicadas aquí? Posiblemente la instrucción pastoral lo dirá", explicó el portavoz de la Conferencia Episcopal, el jesuita Juan Antonio Martínez Camino. No será un documento centrado sólo ni principalmente en el debate sobre la unidad de España, pero sí lo abordará porque "es un asunto que preocupa a la sociedad, incluso en el exterior", añadió. Adelantó que la instrucción "tomará el pulso a la situación, va a tener sus consecuencias y se va a hacer despacio, con el ritmo habitual". También dijo que la decisión de redactarla se ha tomado de manera "fraternal".

64 obispos votaron esa decisión, después de dos jornadas de asamblea extraodinaria y reservada, la primera de este tipo desde que se creó la Conferencia Episcopal en 1965, por mandato del Concilio Vaticano II. Nueve prelados votaron en contra, tres se abstuvieron y uno hizo voto nulo. Pese a ese resultado, el portavoz reiteró que "nunca ha habido más unión que ahora" en el organismo. "Hay diferencias, no hay divisiones". Lamentó que "por los motivos que sea, cunda la idea de que hay diferencias en la Iglesia católica, y no es cierto". No quiso explicar los argumentos de quienes votaron en contra. "En el método nuestro no hay explicaciones de voto", zanjó.

Para ilustrar mejor el resultado de la votación, recordó que la primera instrucción de la Conferencia Episcopal tuvo 20 votos en contra y 4 abstenciones. Fue en 1972. Con el título de La Iglesia y la comunidad política, trató también sobre asuntos políticos, recordó Martínez Camino. En realidad, intentó convencer al dictador Francisco Franco, sin éxito, de que había llegado la hora de liquidar el férreo nacionalcatolicismo vigente y de poner en práctica la doctrina del Vaticano II sobre libertad de conciencia y separación Iglesia-Estado, más la consiguiente renuncia a los generosos privilegios que una y otra parte (dictador y eclesiásticos) se venían dispensado.

La nueva instrucción pastoral la redactará una comisión aún no elegida, tardará meses en darse a conocer y será "doctrina auténtica de la Conferencia Episcopal, que obliga a todos los obispos". "No hay fechas concretas ni siquiera calendario" para su elaboración y aprobación por la asamblea general del episcopado.

Iglesia e insumisión

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Los obispos, según su portavoz, también han tomado estos días "el pulso" a otras situaciones de la vida nacional, que juzgan muy sombrías y que abordarán en la futura instrucción. Las palabras más gruesas las dedicó a lo que genéricamente llamó "vida humana", en referencia sobre todo a la próxima reforma de la ley de Reproducción Humana Asistida. "Es gravemente injusta y no puede ser obedecida porque está en contra del derecho a la vida". Para respaldar su llamada a la insumisión apeló a una instrucción pastoral de 1996, titulada Moral y sociedad democrática, que dice, en su punto 50: "Una ley civil que, rebasando los límites de su competencia, contradiga la verdad del hombre, no reconociendo sus derechos fundamentales e incluso atropellándolos, carece de fuerza obligatoria y no sólo no debe ser obedecida, sino que, no teniendo propiamente el carácter de ley, crea la obligación de conciencia de resistirse a ella".

Juan Antonio Martínez Camino, portavoz y secretario general de la Conferencia Episcopal Española.ULY MARTÍN

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