Agricultores y expertos denuncian la presión urbanística sobre la huerta

Políticos y afectados debaten sobre los límites al crecimiento y la falta de planificación global

La preocupación por la destrucción progresiva de la huerta valenciana, la presión urbanística sobre el campo y la necesidad de poner límites a la construcción desaforada unió ayer a agricultores, políticos y expertos en la petición de un nuevo modelo territorial en un debate celebrado en el Colegio de Arquitectos de Valencia. "Hay que tener claras las ideas de hacia dónde y en qué condiciones crecer", resumió Joan Brusca, secretario general de la Unió de Llauradors-COAG.

Brusca invitó a "sumar fuerzas" para reclamar a la Generalitat una moratoria y un tiempo de reflexión que pare la "vo...

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La preocupación por la destrucción progresiva de la huerta valenciana, la presión urbanística sobre el campo y la necesidad de poner límites a la construcción desaforada unió ayer a agricultores, políticos y expertos en la petición de un nuevo modelo territorial en un debate celebrado en el Colegio de Arquitectos de Valencia. "Hay que tener claras las ideas de hacia dónde y en qué condiciones crecer", resumió Joan Brusca, secretario general de la Unió de Llauradors-COAG.

Brusca invitó a "sumar fuerzas" para reclamar a la Generalitat una moratoria y un tiempo de reflexión que pare la "vorágine" constructora, cuya presión acusan los agricultores en un contexto de "precios de miseria" para sus productos, lo que les empuja a vender sus tierras. El responsable agrario alertó de la destrucción de la huerta y el medio ambiente en aras de "un falso progreso y de un desarrollo exagerado", advertencia que con matices suscribieron el resto de conferenciantes, reunidos por Salvem L'Horta Vera Alboraia.

Hanibal de Lima, representante de la asociación, ante un público reducido, denunció el proyecto de construir un centro comercial sobre la huerta y calificó de "insoportable" la presión municipal a los propietarios para que vendan -el alcalde, Manuel Álvaro, del PP, rechaza la acusación y asegura que un alto porcentaje de agricultores está dispuesto a negociar-. Alberto Peñín, profesor de Urbanismo en la Escuela de Arquitectura, abogó por un "urbanismo defensivo", mientras que Manuel Pérez Montiel, catedrático de Economía, al igual que los demás participantes, advirtió de las implicaciones socioeconómicas del proyecto de Alboraia y otros planes urbanísticos que comportan costes medioambientales, nuevos consumos de energía y la necesidad de ampliar servicios e infraestructuras. "No estamos en contra del crecimiento, pero hay que crecer para mejorar", subrayó el responsable de Territorio del PSPV-PSOE, Eugenio Burriel, quien advirtió de los problemas que afrontan los municipios para dar servicio a estas nuevas zonas. Burriel afirmó que los límites al crecimiento no pueden marcarlos los ayuntamientos y es necesaria una planificación global del territorio. Joan Ribó, coordinador de EU-L'Entesa, destacó los valores sociales y económicos de la huerta.

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