Apoteosis del ombligo
"Me llamo Violeta y vivo en un mundo que quizá no podáis entender". La voz en off de la protagonista avisa ya desde la primera frase sobre sus verdaderas intenciones: toman al espectador por idiota. Ultravioleta, grandilocuente cóctel de ciencia-ficción con toques de acción, de animación oriental futurista y de cine de artes marciales, tiene un guión absolutamente incomprensible.
Aspira a manejar conceptos como los contenidos en Minority Report, de Steven Spielberg, pero termina quedándose cerca (por abajo) de la altura intelectual y del esteticismo hortera y digita...
"Me llamo Violeta y vivo en un mundo que quizá no podáis entender". La voz en off de la protagonista avisa ya desde la primera frase sobre sus verdaderas intenciones: toman al espectador por idiota. Ultravioleta, grandilocuente cóctel de ciencia-ficción con toques de acción, de animación oriental futurista y de cine de artes marciales, tiene un guión absolutamente incomprensible.
Aspira a manejar conceptos como los contenidos en Minority Report, de Steven Spielberg, pero termina quedándose cerca (por abajo) de la altura intelectual y del esteticismo hortera y digitalizado de la nefasta Aeon flux. Todo ello con el omnipresente ombligo de Milla Jovovich en primer plano (no es una metáfora), y con un embaucador manejo del montaje: cada salto de la protagonista está formado por al menos cinco planos de las partes de su cuerpo, lo que nunca da una idea verdadera de lo que está pasando.
ULTRAVIOLETA
Dirección: Kurt Wimmer. Intérpretes: Milla Jovovich, Cameron Bright, Nick Chinlund. Género: acción. EE UU, 2006. Duración: 88 minutos.