Condenado a 10 años de cárcel el empresario que denunció a Fabra

Vicente Vilar violó, robó y detuvo ilegalmente a su ex mujer

Vicente Vilar, el empresario que denunció a Carlos Fabra, presidente de la Diputación de Castellón, por cobrarle cantidades millonarias a cambio de favores políticos, ha sido condenado por la Audiencia de Castellón a un total de 10 años de cárcel: seis por agresión sexual, dos por robo con intimidación y otros dos años por detención ilegal. Vilar tiene prohibido acercarse a su ex mujer y tendrá que indemnizarla con 13.000 euros.

Después de tres días de juicio, la sala considera como hechos probados que, una vez separados, Vilar convenció la noche del 12 de abril de 2003 a su esposa Mont...

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Vicente Vilar, el empresario que denunció a Carlos Fabra, presidente de la Diputación de Castellón, por cobrarle cantidades millonarias a cambio de favores políticos, ha sido condenado por la Audiencia de Castellón a un total de 10 años de cárcel: seis por agresión sexual, dos por robo con intimidación y otros dos años por detención ilegal. Vilar tiene prohibido acercarse a su ex mujer y tendrá que indemnizarla con 13.000 euros.

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Después de tres días de juicio, la sala considera como hechos probados que, una vez separados, Vilar convenció la noche del 12 de abril de 2003 a su esposa Montserrat Vives para que le dejara acudir a su nuevo domicilio, acompañado de sus hijos. Una vez allí, su chófer se llevó a los niños y Vilar retuvo a la mujer durante ocho horas aproximadamente. En ese espacio de tiempo el empresario, según la sentencia, condujo con violencia a la mujer hasta su dormitorio donde le "propinó un empujón echándola contra la pared, y la tapó con una de sus manos en la boca a fin de evitar que gritara, procediendo a desnudarla con la mano libre". Después la abofeteó, violó y amenazó de muerte. A continuación, se apoderó de una libreta de ahorros, dos teléfonos móviles y 3.000 euros.

Alrededor de las 4.30 de la madrugada, Vilar obligó a Montserrat Vives a conducir un coche hasta su domicilio amenazando con matarla si intentaba tocar la bocina o arrojarse del vehículo en marcha. El empresario, según la sentencia, se echó "la mano al bolsillo de la chaqueta como si llevara una pistola en el interior". Sobre las 12 de la mañana del día siguiente Vilar le dijo a su mujer que se podía marchar, pero volvió a golpearla y arrojarla al suelo, dándole patadas en las piernas cuando ésta intentó recuperar el dinero y los teléfonos móviles. Montserrat Vives salió de la casa y se dirigió al cuartel de la Guardia Civil, donde presentó la denuncia.

El tribunal justifica su decisión en "la declaración testifical de la víctima, que, como es sabido, tiene el valor excepcional de testimonio en determinados delitos", por lo que "no tiene la menor duda" de que el testimonio de la víctima es "sincero y ajustado a la verdad".

La sentencia también aborda la posibilidad del móvil económico, que adujo el empresario como origen de la denuncia. Vilar argumentó que el mismo día en que su mujer presentó la denuncia, ésta y la esposa de Carlos Fabra, con la que compartía una sociedad, celebraron una junta para apartar al empresario de su cargo de administrador único de la misma. La sala, sin embargo, entiende que "la controvertida junta, si bien puede resultar sumamente extraña tanto por su oportunidad temporal como por su contenido", podría haberse celebrado en cualquier momento anterior, "con total tranquilidad por parte de las dos únicas participes de la entidad".

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Vicente Vilar ha sostenido durante todo el juicio que la denuncia de su ex mujer era un montaje para arrebatarle sus empresas.

Vicente Vilar.

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