La policía palestina asegura haber abortado un atentado con bomba contra su comandante
El sábado resultó herido por la explosión de una bomba en la sede del servicio secreto palestino su jefe, Tarek Abu Rajab. Ayer, la policía aseguró haber desactivado una bomba de 70 kilogramos colocada en las cercanías de la residencia del comandante de los dos principales cuerpos policiales, Rashid Abu Shabak, nombrado hace un mes por el presidente Mahmud Abbas en contra de los deseos del ministro del Interior, el islamista Siad Siam. Abu Shabak, notorio represor de los activistas de Hamás y de Yihad Islámica durante la segunda Intifada (2000-2005), es detestado como pocos en las calles de Ga...
El sábado resultó herido por la explosión de una bomba en la sede del servicio secreto palestino su jefe, Tarek Abu Rajab. Ayer, la policía aseguró haber desactivado una bomba de 70 kilogramos colocada en las cercanías de la residencia del comandante de los dos principales cuerpos policiales, Rashid Abu Shabak, nombrado hace un mes por el presidente Mahmud Abbas en contra de los deseos del ministro del Interior, el islamista Siad Siam. Abu Shabak, notorio represor de los activistas de Hamás y de Yihad Islámica durante la segunda Intifada (2000-2005), es detestado como pocos en las calles de Gaza. "Sus agentes trataban a los detenidos peor que los israelíes", afirman simpatizantes del movimiento fundamentalista.
La situación es de absoluta confusión, y nadie se atreve a otorgar credibilidad a las acusaciones que se lanzan los dirigentes de Hamás y de Fatah, enfrentados por el control de los organismos de seguridad. Un grupo que aseguró estar vinculado a Al Qaeda se responsabilizó en una página web del intento de asesinato de Abu Rajab el sábado, pero la solvencia del mensaje no ha podido ser confirmada.
Algunos analistas apuntan el riesgo de guerra civil con la misma fuerza con la que los dirigentes políticos de ambos bandos rechazan semejante peligro. "Es una línea roja que no vamos a atravesar", señalan dirigentes de ambas facciones. Pero nadie duda de que la pugna fratricida entre los cuerpos de seguridad dependientes del presidente y los encabezados por el Gobierno de Hamás puede derivar en enfrentamientos de mayor calado que los acaecidos hasta la fecha, en los que han muerto cuatro agentes, además de varios activistas de Hamás. Las milicias de Fatah, el partido del presidente, contribuyen a aumentar la tensión.
El diario Haaretz publicaba ayer que altos funcionarios de la Autoridad Nacional Palestina han alertado de que el brazo armado de Fatah pretende extender a sus bastiones de Cisjordania la lucha contra la organización islamista desatada en la franja de Gaza.