Hacia una vía plurianual que dé estabilidad al sistema educativo

El nuevo modelo está en fase de estudio, puntualiza Jesús Herreros. El secretario de la Asociación de Directores de Instituto del Pais Valencià, no obstante, confirma que la entidad trabaja desde hace año y medio en el diseño y la simulación de nuevos sistemas de asignación y reparto que modifican sustancialmente el actual modelo de financiación (de hace 20 años) con el objetivo de "dar estabilidad al sistema educativo, evitar pérdidas, y simplificar al máximo los criterios de asignación". Para ello, están haciendo múltiples simulaciones sobre 33 centros tipo, que contienen todas aquellas vari...

El nuevo modelo está en fase de estudio, puntualiza Jesús Herreros. El secretario de la Asociación de Directores de Instituto del Pais Valencià, no obstante, confirma que la entidad trabaja desde hace año y medio en el diseño y la simulación de nuevos sistemas de asignación y reparto que modifican sustancialmente el actual modelo de financiación (de hace 20 años) con el objetivo de "dar estabilidad al sistema educativo, evitar pérdidas, y simplificar al máximo los criterios de asignación". Para ello, están haciendo múltiples simulaciones sobre 33 centros tipo, que contienen todas aquellas variables comunes y especificidades, que son las que se reproducen en mayor o menor medida en el resto de centros valencianos, para evitar que con los cambios "ningún centro pierda dinero".

Tras analizar los diversos modelos -Madrid tiene un modelo estadístico excesivamente complejo, mientras Galicia opta por uno muy simplificador- los directores han optado por trabajan en un plan plurianual basado en tres patas: 1. Creación de una cuota fija para todos los centros que supondría el 30% de la financiación total que recibirían. 2. Asignación de otro 30% en base a la superficie total del centro (no solo la construida) ya que los patios, canchas, jardines encarecen el mantenimiento. 3. Y un 40% restante, en función del número de grupos constituidos (tengan 18 o 30 alumnos), aplicando una serie de coeficientes correctores de entre el 1 y el 10, (muy simples de computar) que completarían las singularidades de cada centro.

El objetivo es que, cuando el modelo esté pulido, sea presentado en asamblea a todos los directores de secundaria, para que los sindicatos (que son los que tienen capacidad) negocien con Educación.