Hasta la extenuación

Deben estar tranquilos en el PSOE e IU. El Partido Popular está dispuesto a negociar hasta la extenuación, según lo asegura su presidente, Javier Arenas. Es decir, que si al final no hay acuerdo sobre la reforma del Estatuto andaluz, no será por ellos. Ése es el mensaje que tratan de lanzar ahora que entramos en la fase final de la tramitación parlamentaria del texto, tal y como esta semana va a suceder en la Cámara andaluza, antes de su remisión al Congreso de los Diputados. Está dispuesto Arenas al máximo esfuerzo posible aunque conviene resaltar que tan categóricas afirmaciones se correspon...

Deben estar tranquilos en el PSOE e IU. El Partido Popular está dispuesto a negociar hasta la extenuación, según lo asegura su presidente, Javier Arenas. Es decir, que si al final no hay acuerdo sobre la reforma del Estatuto andaluz, no será por ellos. Ése es el mensaje que tratan de lanzar ahora que entramos en la fase final de la tramitación parlamentaria del texto, tal y como esta semana va a suceder en la Cámara andaluza, antes de su remisión al Congreso de los Diputados. Está dispuesto Arenas al máximo esfuerzo posible aunque conviene resaltar que tan categóricas afirmaciones se correspondan bien poco con el inmovilismo que ha demostrado en sus posiciones tras los últimos contactos mantenidos. Después de esto, a buen seguro que ya Manuel Chaves se dará por convencido del escaso ánimo de los populares para sumarse al carro de un nuevo Estatuto para los andaluces. Aún así, todavía queda la puerta abierta para que se incorporen en Madrid, extremo éste que aparece como imposible si se tiene en cuenta la errática trayectoria que han venido manteniendo a lo largo de todo el proceso.

A los socialistas no les que da más remedio que apelar al sentimiento de héroe o víctima que pueda albergar el mismo Arenas para que se rebele frente las directrices que le marca Mariano Rajoy y que le impiden cerrar aquí un entendimiento para la reforma del Estatuto. Puede que se queden esperando y con las ganas de que se llegue a producir tan digno gesto que podría igualarle ante los andaluces con la figura de Manuel Clavero puesto que Arenas no sólo no está por la labor de dicha reforma sino que, además, duda de su utilidad.

Lástima que el ruido generado por el Estatuto ensordezca otros asuntos que reclaman un protagonismo de primera fila en la actualidad andaluza. Ocurre, de esta forma, con la propuesta que la Junta ha enviado ya al Gobierno central en materia de financiación autonómica, que incorpora algunas modificaciones con los planteamientos iniciales, y que contribuye a que el invisible consejero de Economía, José Antonio Griñán, aparezca algo más en el debate informativo de nuestra comunidad. Pero, sin duda, el mayor protagonismo debe ser para el crecimiento del empleo que se ha constatado en la EPA correspondiente al último trimestre. El paro cae al 13,3% que es el nivel más bajo en tres décadas. Este avance ha generado tal optimismo en la Administración autonómica que ya se acaricia la idea de que Andalucía se equipare en materia de empleo a la media europea dentro de tres años, tan sólo. Habrá que esperar a que se confirmen estas expectativas, pero lo cierto es que las circunstancias acompañan. En todo caso, ahora parece un objetivo alcanzable, eso sí, siempre y cuando se mantenga la bonanza económica y se apliquen las nuevas medidas que se contemplan en el acuerdo de concertación social que están a punto de cerrar sindicatos, empresarios y Gobierno de la nación para atacar la precariedad laboral, principal mal de nuestro mercado de trabajo.