ADMINISTRACIÓN

Los guardas castellanoleoneses controlan la caza con PDA

Una agenda electrónica sirve para comprobar permisos o ajustar el precio de la pieza cobrada - La resolución de litigios con ganaderos se reduce en 4 meses

A veces la cuestión más trivial se acaba convirtiendo en un problema de Estado. Probablemente, a Javier Vallejo una liebre le acarreaba más papeleo que a los abogados un preso de Guantánamo. En una superficie mayor que Portugal, Vallejo debe controlar 170.000 pescadores y 141.000 cazadores.

Desde hace un mes, los 200 guardas de Castilla y León han añadido a su equipo de campo una agenda electrónica con antena GPS y Bluetooh. Además, en su vehículo, llevan una impresora portátil.

"Aplicaciones con las agendas electrónicas hay muchas, pero ésta es lo que llamamos de movilidad extre...

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A veces la cuestión más trivial se acaba convirtiendo en un problema de Estado. Probablemente, a Javier Vallejo una liebre le acarreaba más papeleo que a los abogados un preso de Guantánamo. En una superficie mayor que Portugal, Vallejo debe controlar 170.000 pescadores y 141.000 cazadores.

Desde hace un mes, los 200 guardas de Castilla y León han añadido a su equipo de campo una agenda electrónica con antena GPS y Bluetooh. Además, en su vehículo, llevan una impresora portátil.

"Aplicaciones con las agendas electrónicas hay muchas, pero ésta es lo que llamamos de movilidad extrema", comenta Vallejo, jefe de Gestión del Cinegética de la Junta de Castilla y León. "Damos más de 2.000 permisos anuales para cazar cabras, rebecos, ciervos... luego el guarda va con el cazador por el lugar que le ha tocado, cobra la pieza, según las medidas se calcula el precio, todo esto después de horas de andar, en octubre por la mañana y en medio de los Picos de Europa. Luego baja con el papeleo a la oficina más cercana... Es una situación difícil".

Eso por parte del guarda; en el departamento cinegético de la Junta se acumulan papeleos de trámites, piezas cobradas, fotos, reclamaciones de los ganaderos por daños de jabalíes o los lobos, estadísticas...

Desde hace un mes, cada uno de los 200 guardas lleva una agenda Qtek, con sistema Microsoft Mobile, y la aplicación de Neoris. En el aparato, el guarda lleva todos los formularios, en el lugar comprueba la licencia y el permiso del cazador, le imprime los justificantes y, si tiene cobertura, desde allí mismo envía toda la burocracia a la oficina, que también lo almacena ya en orden.

La agenda incluso resuelve peleas de campo. Gracias al GPS se mide desde el tamaño de las cornamentas hasta la extensión de un terreno. "En las denuncias por daños de animales, es una polémica frecuente, entre el ganadero y el guarda, la extensión de los daños causados en la finca. Gracias a la agenda con GPS se determina la extensión con un error máximo de ocho metros".

"De momento seguimos con papeleo y datos digitales, pero pronto se eliminará. Esperamos pagar las reclamaciones de los ganaderos en dos meses, cuando hasta ahora se tardan seis", promete Vallejo. "En cuestión de estadísticas, ya es automático".

Todos los guardas han pasado por cursillos tecnológicos. "Fue algo sorprendente porque la plantilla es mayor y muy de campo, pero enseguida vieron las posibilidades de la agenda e iban más allá, como es el caso de la tramitación de denuncias".

Para una segunda fase, Vallejo ha dejado lo más fácil: solicitar por web entrar en el sorteo de piezas; el pago con tarjeta de crédito o SMS, y la extensión de la informatización a los pescadores.

Distintos elementos para el control de la caza con una agenda electrónica.

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