Zapatero mantuvo en secreto los cambios en el Gobierno por "respeto a los ciudadanos"

El secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, aprovechó ayer la primera reunión de la Ejecutiva tras los cambios en su Gobierno para explicar por qué la realizó con tanto sigilo y tanta sorpresa. Contó a los suyos que, después de analizar todas las crisis que vivió mientras era parlamentario, llegó a la conclusión de que, por respeto a la ciudadanía, tenía que lograr que políticos, periodistas y ciudadanos conocieron los cambios "al mismo tiempo". El presidente también animó al PSOE a poner toda la carne en el asador para las elecciones autonómicas y municipales. "Es la hora de...

El secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, aprovechó ayer la primera reunión de la Ejecutiva tras los cambios en su Gobierno para explicar por qué la realizó con tanto sigilo y tanta sorpresa. Contó a los suyos que, después de analizar todas las crisis que vivió mientras era parlamentario, llegó a la conclusión de que, por respeto a la ciudadanía, tenía que lograr que políticos, periodistas y ciudadanos conocieron los cambios "al mismo tiempo". El presidente también animó al PSOE a poner toda la carne en el asador para las elecciones autonómicas y municipales. "Es la hora del partido", sentenció.

Los que dejaron su cargo, José Bono en Defensa y María Jesús San Segundo en Educación, lo supieron la tarde antes de que se hiciera público. Y los nombrados, Alfredo Pérez Rubalcaba en Interior y Mercedes Cabrera en Educación, fueron convocados a primera hora de la mañana, poco antes de que los cambios fueran anunciados a la prensa por el propio presidente del Gobierno. Según Zapatero, esta fórmula novedosa para anunciar un cambio de Gobierno derivó de un análisis de todas las crisis que él, como diputado en el Congreso desde 1986, había presenciado. El presidente llegó a la conclusión, según explicó a la ejecutiva, de que lo más razonable es dar a conocer las novedades a todo el mundo a la vez. "La conocieron todos los ciudadanos a la vez y a través del presidente. Así se evitan las especulaciones en la prensa y se respeta a la ciudadanía", resumió.

Zapatero tuvo ante los suyos palabras de reconocimiento a la gestión de Bono en Defensa y San Segundo en Educación, pero sobre todo se detuvo en la figura de Alfredo Pérez Rubalcaba. El presidente señaló, según varios miembros de la ejecutiva, que después de ver la reacción agresiva del PP y los medios conservadores contra el nuevo ministro del Interior ha confirmado que era "la mejor opción posible".

José Blanco, el secretario de Organización del PSOE, también destacó el papel de Rubalcaba al dar cuenta a los medios de la reunión. Toda la dirección socialista, según Blanco, destacó el "extraordinario papel" que ha desempeñado Rubalcaba al frente del Grupo Parlamentario Socialista. "Él ha sido", explicó, "con su experiencia, capacidad y saber hacer", una "pieza clave" para gestionar en el Congreso cuestiones "complejas y trascendentales".

Cartas de ETA

Zapatero también tuvo palabras amables para José Antonio Alonso, nuevo ministro de Defensa, de quien dijo que durante su gestión al frente de Interior se "ha ganado un gran prestigio de solvencia".

Antes de la Ejecutiva, en la habitual reunión de coordinación política que se realiza cada lunes en La Moncloa, Rubalcaba analizó con Zapatero los datos disponibles sobre las cartas de extorsión enviadas por ETA a empresarios navarros y que han sido recibidas después del anuncio del alto el fuego permanente. Según Blanco, los datos de los que se dispone hasta ahora señalan que "no es un tema relevante, es un elemento de poca preocupación", y por tanto no implica, al parecer, que la banda no esté cumpliendo con el compromiso de acabar con todo tipo de violencia.

Después de analizar con la dirección del PSOE los cambios que ha realizado en el Gobierno, Zapatero se ocupó de dar el pistoletazo de salida interno a lo que se presume como una larga precampaña electoral para los comicios municipales y autonómicos de 2007. "Ahora es el momento del partido", resumió para animar a los suyos a preparar a conciencia las segundas elecciones después de la victoria de 2004 -las anteriores fueron las europeas, unos meses después de las generales-.

De hecho, la ejecutiva también abrió oficialmente ese melón al autorizar a cinco federaciones -Madrid, Baleares, Murcia, La Rioja y Valencia- a adelantar el proceso de elección de sus candidatos antes del verano, para que puedan alargar su campaña con el apoyo total de su partido. Zapatero explicó a los suyos que los candidatos que no están gobernando no sólo deberán explicar la gestión del Gobierno central para tratar de arrastrar a los electores, sino sobre todo proponer nuevas ideas atractivas ante los ciudadanos. Blanco se ocupó después de aclarar, por si había dudas, que su partido no está pensando ni mucho menos en un adelanto de las generales. "El final del mandato será al final de la legislatura. No habrá adelanto electoral".

Zapatero y su equipo también analizaron la situación política. Todos coincidieron en que el PSOE vive un momento dulce, con los dos grandes asuntos polémicos encauzados, el Estatuto catalán y el terrorismo de ETA. El PP, analizaron los dirigentes, se está quedando fuera de juego, como prueban, en su opinión, algunas declaraciones contradictorias de sus dirigentes y las dudas respecto al apoyo o no a la reforma del Estatuto andaluz.

El PSOE abre ahora una campaña explicativa con más de 60 actos en toda España para difundir los principales logros de su Gobierno, obviando, como es lógico cualquier tipo de autocrítica y las dificultades surgida en esa tarea. El acto central se realizará el domingo en Madrid, en la plaza de toros de Vista Alegre.