Rubalcaba promete que será firme en la aplicación de la ley ante el fin de ETA

El nuevo ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, esbozó ayer los principios en los que basará la política antiterrorista ante la que puede ser fase terminal de ETA: firmeza en la aplicación de la ley, eficacia de los cuerpos de seguridad, unidad de los demócratas, respeto a la memoria de las víctimas y esperanza en el logro de la paz. En el acto de su toma de posesión, Rubalcaba dijo, parafraseando a José Luis Rodríguez Zapatero: "Estamos ante el principio del fin" de ETA. "En el principio del fin, nada mejor que aplicar los principios que nos han permitido llegar hasta aquí", agregó....

El nuevo ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, esbozó ayer los principios en los que basará la política antiterrorista ante la que puede ser fase terminal de ETA: firmeza en la aplicación de la ley, eficacia de los cuerpos de seguridad, unidad de los demócratas, respeto a la memoria de las víctimas y esperanza en el logro de la paz. En el acto de su toma de posesión, Rubalcaba dijo, parafraseando a José Luis Rodríguez Zapatero: "Estamos ante el principio del fin" de ETA. "En el principio del fin, nada mejor que aplicar los principios que nos han permitido llegar hasta aquí", agregó.

En el salón de actos del Ministerio del Interior, abarrotado de altos cargos y periodistas, José Antonio Alonso cedió el testigo al hasta ahora portavoz del Grupo Parlamentario Socialista.

Rubalcaba empezó agradeciendo la confianza al jefe del Gobierno y a la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega, presente en el acto, de quienes dijo que conocen la "intrahistoria" de su nombramiento, que "algún día se escribirá".

Frente a la tesis de que su incorporación a Interior responde al propósito de abrir una nueva etapa, insistió en la "continuidad" con la gestión de su antecesor, que calificó de "excelente".

"Lo único que me propongo es estar a su altura", dijo Rubalcaba, tras señalar que Alonso ha dejado el Ministerio del Interior "en perfecto estado de revista", en alusión a su nuevo destino como titular de Defensa.

La misma 'hoja de ruta'

Rubalcaba anunció que pedirá comparecer en el Congreso para explicar las líneas maestras de su gestión, pero anticipó que seguirá la misma "hoja de ruta" de su predecesor en asuntos como la lucha antiterrorista, el combate contra la inmigración irregular o la mejora de la seguridad.

El nuevo ministro rompió una lanza en favor de la esperanza -"porque podemos alcanzar la paz", enfatizó-, pero destacó que la mejor estrategia es "aplicar las políticas y los principios que nos han permitido llegar aquí".

"Seremos firmes en el cumplimiento de la ley", prometió, antes de incidir en la eficacia de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad; la unidad de los partidos democráticos o el respeto a la memoria de las víctimas.

En su discurso de despedida, José Antonio Alonso destacó el "excelente" trabajo desarrollado por la Policía y la Guardia Civil en los dos últimos años, tanto en la lucha contra el terrorismo etarra como el islamista, y en la erradicación del crimen organizado. "Hoy podemos sentirnos, sin bajar nunca la guardia, más seguros", afirmó.

Admitió que durante su etapa al frente de Interior se han podido cometer errores, pero también, dijo, se ha producido "una enorme cantidad de aciertos".

Al acto acudieron, entre otros, los ministros de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos; Administraciones Públicas, Jordi Sevilla; y Sanidad, Elena Salgado; el secretario de Organización del PSOE, José Blanco; el secretario general del Grupo Socialista, Diego López Garrido; y el secretario de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda.

Este último aclaró, posteriormente, que la "intrahistoria" del nombramiento de Rubalcaba se limita a que el presidente del Gobierno se lo comunicó el mismo día del reajuste a primera hora de la mañana, paa que no tuviera tiempo de pensárselo.

Rubalcaba fue ayer el primero en tomar posesión de su nueva cartera. Le siguieron José Antonio Alonso, en Defensa; y Mercedes Cabrera, en Educación. Antes, los tres ministros prometieron sus cargos ante el Rey en el palacio de la Zarzuela.