Críticas por dividir la colección o por aceptar imposiciones

El presidente de la Diputación y miembro del consorcio del museo leridano, Isidre Gavín, hizo ayer una evaluación muy negativa de la resolución del Departamento de Cultura, que, en su opinión, "vulnera la Ley de Patrimonio de Cataluña y establece las bases para disgregar una colección legítimamente constituida". Calificó de comprensible la euforia con la que se ha recibido el dictamen en Aragón porque, aunque las obras no pueden salir ahora de Cataluña, "sí se han sentado las bases para que puedan hacerlo en un futuro", y anunció que presentará un recurso contencioso-administrativo ante el Tri...

El presidente de la Diputación y miembro del consorcio del museo leridano, Isidre Gavín, hizo ayer una evaluación muy negativa de la resolución del Departamento de Cultura, que, en su opinión, "vulnera la Ley de Patrimonio de Cataluña y establece las bases para disgregar una colección legítimamente constituida". Calificó de comprensible la euforia con la que se ha recibido el dictamen en Aragón porque, aunque las obras no pueden salir ahora de Cataluña, "sí se han sentado las bases para que puedan hacerlo en un futuro", y anunció que presentará un recurso contencioso-administrativo ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña si no le satisfacen las explicaciones que espera recibir de la consejera Mieras durante el plenario que el Museo Diocesano y Comarcal celebrará el 25 de abril.

A juicio del Partido Popular, el presidente de Aragón no tiene "dignidad" porque se ha plegado "a un chantaje propio de situaciones mafiosas". La Chunta Aragonesista considera por su parte "inadmisible" que la Generalitat imponga a la diócesis de Lleida unas condiciones para la entrega de los bienes que le son imposibles de "cumplir en solitario". La diputada Nieves Ibeas, portavoz de la Chunta, consideró que "si los propietarios están en la parte aragonesa, nos sorprende mucho que se aborde el asunto como si se tratara de una concesión". Adolfo Barrena, coordinador de IU -la formación que siempre ha sostenido que este era un conflicto entre dos obispos-, apuntaba que es tiempo de que hablen los gobiernos de Aragón y Cataluña porque hasta ahora los obispos no se han entendido "y la Santa Sede se ha burlado de los poderes civiles".