Análisis:A LA PARRILLA

Animaladas

La jornada televisiva del miércoles dejó dos imágenes para la historia: el recorrido de las cámaras por el zoo disecado del asesor de urbanismo del Ayuntamiento de Marbella, Juan Antonio Roca, y el rostro de Ana Blanco, levemente descompuesto pero rápidamente recuperado, durante la irrupción de los gritos y ruidos de los huelguistas de RTVE, que llegaron con sus protestas a las puertas del estudio y obligaron a cortar el Telediario 1 a los 15 minutos de haber empezado.

Lo de las fincas de Roca es como Granujas de medio pelo, la película de Woody Allen en la que la enriquec...

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La jornada televisiva del miércoles dejó dos imágenes para la historia: el recorrido de las cámaras por el zoo disecado del asesor de urbanismo del Ayuntamiento de Marbella, Juan Antonio Roca, y el rostro de Ana Blanco, levemente descompuesto pero rápidamente recuperado, durante la irrupción de los gritos y ruidos de los huelguistas de RTVE, que llegaron con sus protestas a las puertas del estudio y obligaron a cortar el Telediario 1 a los 15 minutos de haber empezado.

Lo de las fincas de Roca es como Granujas de medio pelo, la película de Woody Allen en la que la enriquecida mujer del ladrón decora su mansión con un amontonamiento de piezas pretenciosas para darse aires de gran señora. Inútil. La elegancia o se tiene o se contrata, no se improvisa. Aunque lo más impactante no era el mal gusto, sino el delirio del gran cazador rodeado de unos trofeos que apuntan a un carácter prepotente y machista. Rancio, anacrónico. En todo caso, es un escenario que va a dar para un larguísimo culebrón de realidad con mucho kitsch.

Carles Francino abordó el tema de la corrupción política en el urbanismo en su debate de Cuatro x Cuatro (Cuatro). Los invitados eran serios y solventes, pero la discusión no levantó vuelo. Quizá es demasiado temprano, todavía están por salir muchos grillos de esa gran olla. O tal vez le faltó el morbo que implantó la ostentosa finca de Roca, ese mismo día, en el imaginario colectivo.

Ya lo sabe la gente de teatro: cuando sale a escena un niño o un animal, todo lo demás queda en segundo plano. Buenafuente (Antena 3) usó esa idea el miércoles. Entrevistó a Valentín, el perro de Aquí no hay quien viva, también conocido como Pancho, el de la lotería. En la publicidad, su mansión de nuevo rico era igual a la de Roca, pero con humanos vivos. Más bien humanas en biquini. Como la modelo María Campoy, que esa misma noche en el programa Con Arús...tag dejó que le pusieran encima 50 tarántulas vivas. Programa esperpéntico con el que TVE-1 daba fin a la huelga. A algunos se nos queda la cara como la de Ana Blanco.

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