Crítica:

Osteoporosis narrativa

En España se titula El pozo, pero no es más que la secuela de Llamada perdida, cinta de 2003 dirigida por Takashi Miike, de la que Hollywood prepara una nueva versión para 2007. Semejante galimatías es habitual cada vez que se estrena una cinta de terror oriental, debido a los acostumbrados remakes y secuelas, lo que, unido a la semejanza de sus elementos esenciales, lleva al espectador a un considerable embrollo mental.

El novel Renpei Tsukamoto sucede al reconocido Miike en la dirección con semejantes líneas de actuación, aunque sin su poderío visual. La estilizac...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

En España se titula El pozo, pero no es más que la secuela de Llamada perdida, cinta de 2003 dirigida por Takashi Miike, de la que Hollywood prepara una nueva versión para 2007. Semejante galimatías es habitual cada vez que se estrena una cinta de terror oriental, debido a los acostumbrados remakes y secuelas, lo que, unido a la semejanza de sus elementos esenciales, lleva al espectador a un considerable embrollo mental.

El novel Renpei Tsukamoto sucede al reconocido Miike en la dirección con semejantes líneas de actuación, aunque sin su poderío visual. La estilización de las secuencias, las niñas fantasmas de huesos crujientes y las actrices japonesas con gran dominio en el noble arte del grito pelado, siguen vigentes. Sin embargo, el cine de terror oriental parece afectado por una especie de osteoporosis narrativa que lo lleva a continuas fracturas a causa de su alarmante repetición de esquemas.

EL POZO

Dirección: Renpei Tsukamoto. Intérpretes: Mimula, Yu Yoshizawa, Asaka Seto, Peter Ho. Género: terror. Japón, 2005. Duración: 105 minutos.

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Sobre la firma

Archivado En