Reportaje:

A la deriva en el Ártico

Un grupo de científicos rusos investiga subido en un bloque de hielo desde hace seis meses

Hace ya más de seis meses que un grupo de científicos rusos vive entre los hielos, a la deriva por el Ártico sobre un bloque de agua congelada. Ocupan la estación Polo Norte-34, donde concluirán sus trabajos a fines del verano próximo. Ayer llegaron al lugar algunos de los nuevos miembros con que se refuerza la expedición, compuesta hasta ahora por 12 hombres acompañados de dos perros. Habitan en una base instalada sobre una masa de hielo flotante con una superficie de 25 metros cuadrados y dos metros de grosor. Desde que se inició la misión científica, la plataforma ha recorrido más de 1.700...

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Hace ya más de seis meses que un grupo de científicos rusos vive entre los hielos, a la deriva por el Ártico sobre un bloque de agua congelada. Ocupan la estación Polo Norte-34, donde concluirán sus trabajos a fines del verano próximo. Ayer llegaron al lugar algunos de los nuevos miembros con que se refuerza la expedición, compuesta hasta ahora por 12 hombres acompañados de dos perros. Habitan en una base instalada sobre una masa de hielo flotante con una superficie de 25 metros cuadrados y dos metros de grosor. Desde que se inició la misión científica, la plataforma ha recorrido más de 1.700 kilómetros. Ahora permanece a unos 160 kilómetros del Polo Norte.

La operación de desembarco de nuevos especialistas en la Polo Norte-34, que se encuentra en funcionamiento desde el 19 de septiembre del año pasado, comenzó ayer en las altas latitudes del Ártico y durará unos diez días. Los nuevos miembros de la expedición son ocho, pero sólo tres se quedarán hasta el final.

De los 12 científicos que viajan a la deriva por el Ártico, dos serán enviados de vuelta a San Petersburgo, sede del Instituto de Investigaciones Científicas del Ártico y la Antártida. (IICAA). Este centro es el responsable de las expediciones al Ártico y las estaciones a la deriva. Las investigaciones de los hielos y las corrientes marinas, además de dar pronósticos de los movimientos de las moles heladas para la flota ártica rusa, contribuyen a comprender y explicar las causas de los cambios climáticos globales.

Diputados rusos celebraban en el Polo Norte, en 1997, el 60º aniversario de las estaciones a la deriva.ITAR-TASS

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