Cartas al director

Otras víctimas

Ver la cara de ese hombre negro en la última página de EL PAÍS del pasado 27 me produjo escalofrío, dolor, pena, culpabilidad... La foto de Uly Martín captura magistralmente lo que parece ser la ventanilla de un autobús o furgoneta atravesada por una barra de hierro oxidado que, a su vez, encarcela la mirada desesperada de un hombre calladamente airado ante el obligado retorno al erial geográfico y humano del inicio de su periplo de inmigrante. Yo, ciudadano blanco español y europeo, soy cómplice de esa política, llamada democrática, de retornos en "condiciones dignas y que respetan los derech...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Ver la cara de ese hombre negro en la última página de EL PAÍS del pasado 27 me produjo escalofrío, dolor, pena, culpabilidad... La foto de Uly Martín captura magistralmente lo que parece ser la ventanilla de un autobús o furgoneta atravesada por una barra de hierro oxidado que, a su vez, encarcela la mirada desesperada de un hombre calladamente airado ante el obligado retorno al erial geográfico y humano del inicio de su periplo de inmigrante. Yo, ciudadano blanco español y europeo, soy cómplice de esa política, llamada democrática, de retornos en "condiciones dignas y que respetan los derechos humanos". Ese hombre negro y tantos millares como él, de distintos colores y religiones, son víctimas de la injusticia que nos sitúa a nosotros -qué casualidad- en la abundancia de derechos y libertades, como orondos ciudadanos occidentales inventores del Estado de derecho y de la democracia. Sí, definitivamente, ese hombre negro no es ciudadano, no tiene derechos, no es demócrata, no es persona, no existe; sólo es hambre, miseria e inanición. En fin, ahí se queda la foto; ni siquiera la recortaré para tenerla en mi archivo: no debo alterar mi conciencia occidental. Mañana olvidaré la culpa y esta manía de ponerme trascendente. Sí estoy de acuerdo con alguien que dijo que es el animal más depredador de toda la naturaleza.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En