Iniciativas gafadas

El Museo de Ciencias Naturales, que lleva adelante la prestigiosa investigación sobre el yacimiento de ámbar de Peñacerrada, era el siguiente candidato en la remodelación prevista para la red de museos alavesa. Este centro se puede considerar como el referente cultural e investigador de Álava en ámbitos internacionales, gracias sobre todo al proyecto del ámbar. Sus responsables han manifestado desde hace tiempo, en público y en privado, que la actual sede de la torre de Doña Ochanda no es idónea para sus investigaciones, y tampoco válida desde el punto de vista museológico. Sin embargo, a la v...

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El Museo de Ciencias Naturales, que lleva adelante la prestigiosa investigación sobre el yacimiento de ámbar de Peñacerrada, era el siguiente candidato en la remodelación prevista para la red de museos alavesa. Este centro se puede considerar como el referente cultural e investigador de Álava en ámbitos internacionales, gracias sobre todo al proyecto del ámbar. Sus responsables han manifestado desde hace tiempo, en público y en privado, que la actual sede de la torre de Doña Ochanda no es idónea para sus investigaciones, y tampoco válida desde el punto de vista museológico. Sin embargo, a la vista de lo que ocurre con el museo de Arqueología, los de Ciencias Naturales habrán tocado madera.

El caso del Museo de Arqueología es el último de la serie de nuevos proyectos gafados que sufre la capital alavesa desde que el PP accedió al gobierno de la ciudad y la provincia. El edificio planeado por Patxi Mangado es de titularidad foral, pero el Auditorio, el nuevo Ayuntamiento, el tranvía o la nueva plaza de toros son iniciativas del Consistorio y encuentran similares obstáculos. De momento, parece que, diez años después, se van a instalar los primeros tramos del tranvía y que la plaza de toros se inaugurará con una corrida de prestigio a finales de julio, si las alegaciones de los vecinos afectados por este nuevo equipamiento no paran las obras antes.

Da la impresión de que alguna fuerza misteriosa, en estos tiempos tan proclives a buscar conspiraciones por cualquier parte, ha lanzado un maleficio sobre los nuevos equipamientos de la ciudad. El caso del Auditorio proyectado por Navarro Baldeweg es ejemplar. Se presenta en el MOMA de Nueva York como uno de los referentes de la arquitectura española contemporánea y, por otra parte, una mayoría de los ciudadanos de Vitoria pide su construcción, con los principales melómanos de la ciudad al frente, entre otros Iñaki Añúa, director del festival de jazz, o Sabin Salaberri, ex director del Conservatorio. Pero ahí está, durmiendo el sueño de los justos, por las reticencias de los partidos de la oposición al proyecto y la incapacidad del alcalde, Alfonso Alonso, para vencerlas.

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