La sindicatura aplaude la contabilidad del Ayuntamiento de Barcelona

La Sindicatura de Cuentas ha aplaudido la contabilidad financiera general del Ayuntamiento de Barcelona y sus esfuerzos para adaptarse a las directrices del Ministerio de Economía durante los ejercicios de 2003 y 2004. En concreto, en su informe de fiscalización del año 2003, entregado ayer al Parlament, los síndicos señalan: "Se considera que el Ayuntamiento lleva a cabo una gestión razonable dada la complejidad de algunas de las operaciones realizadas". También cree positivo que el consistorio se someta anualmente a una auditoría externa, además de los controles que ya ejerce la propia Sindi...

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La Sindicatura de Cuentas ha aplaudido la contabilidad financiera general del Ayuntamiento de Barcelona y sus esfuerzos para adaptarse a las directrices del Ministerio de Economía durante los ejercicios de 2003 y 2004. En concreto, en su informe de fiscalización del año 2003, entregado ayer al Parlament, los síndicos señalan: "Se considera que el Ayuntamiento lleva a cabo una gestión razonable dada la complejidad de algunas de las operaciones realizadas". También cree positivo que el consistorio se someta anualmente a una auditoría externa, además de los controles que ya ejerce la propia Sindicatura de Cuentas.

A pesar de este favorable diagnóstico, la institución alerta de diversas anomalías debidas principalmente a la inclusión de algunos conceptos en capítulos contables erróneos. Por ejemplo, el Ayuntamiento incluyó en el capítulo de inversiones reales las ejecutadas por empresas municipales, cuando según la sindicatura los importes debían figurar en el apartado de transferencias de capital. Asimismo, el órgano fiscalizador advierte de las numerosas modificaciones de crédito que se realizaron fuera de plazo, es decir, durante el ejercicio siguiente al presupuestado, lo que anula todos los gastos que fueron imputados a estos créditos. También se contabilizó en 2003 una ampliación de capital de 6,6 millones de la empresa 22@, cuando la operación debería haberse registrado en 2004.

Asimismo destaca que muchas de estas irregularidades fueron subsanadas en los siguientes años para adaptar los criterios contables a las directivas sobre administración local emitidas por el Ministerio de Economía. Los síndicos consideran una buena práctica esta capacidad de adaptación, ya que los criterios de contabilidad han cambiado desde el 1 de enero de 2006.

El grupo municipal del Partido Popular hizo una particular interpretación del documento de la sindicatura. La concejal Emma Balseiro afirmó que el informe constata "el maquillaje contable" del Ayuntamiento de Barcelona.

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