Crítica:

Catástrofes evitables

A juzgar por las innumerables citas que se le dedican, Jared Diamond es un autor de culto para científicos sociales de muy diversas disciplinas: geógrafos políticos, antropólogos evolutivos, historiadores sociales. Y todo ello gracias a una magna obra maestra, que le hizo merecer una inmediata celebridad. Me refiero a su libro galardonado con el Pulitzer, Armas, gérmenes y acero (original de 1997 y traducida en esta misma editorial al año siguiente), en el que analizaba la colonización del planeta por los pueblos euroasiáticos con perspectiva evolucionista pero en clave geográfica a la ...

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A juzgar por las innumerables citas que se le dedican, Jared Diamond es un autor de culto para científicos sociales de muy diversas disciplinas: geógrafos políticos, antropólogos evolutivos, historiadores sociales. Y todo ello gracias a una magna obra maestra, que le hizo merecer una inmediata celebridad. Me refiero a su libro galardonado con el Pulitzer, Armas, gérmenes y acero (original de 1997 y traducida en esta misma editorial al año siguiente), en el que analizaba la colonización del planeta por los pueblos euroasiáticos con perspectiva evolucionista pero en clave geográfica a la vez que tecnológica. Todo ello siendo un ornitólogo vocacional que ha invertido 40 años de su vida en observar sobre el terreno a las aves del paraíso que todavía pueblan las boscosas montañas de los papúes en Nueva Guinea, mientras daba clases de fisiología en la Universidad de California en Los Ángeles y presidía la sección estadounidense del World Wildlife Fund, la mayor organización ecologista a escala mundial. Y ahora, ocho años después de la primera, publica esta segunda obra maestra, todavía más poderosa que la anterior, aunque ya se puede sospechar que no alcanzará la misma aprobación unánime que obtuvo aquélla.

COLAPSO. Por qué unas sociedades perduran y otras desaparecen

Jare Diamond

Traducción de R. García Pérez

Debate. Madrid, 2006

747 páginas. 24 euros

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Sin embargo, existe una clara simetría y continuidad entre ambas, pues su estilo intelectual y su metodología son los mismos. Pero si en Armas, gérmenes y acero explicaba las razones del éxito cultural que permitieron a ciertas sociedades del pasado triunfar e imponerse sobre las demás, en Colapso se ha propuesto la tarea simétricamente opuesta de explicar las razones del fracaso cultural que precipitó a ciertas sociedades del pasado en la decadencia (como la Groenlandia vikinga), la degradación (como la civilización maya) o el súbito final (como el de la Isla de Pascua). Unas razones catastróficas que son las mismas que ahora cercan a las sociedades del presente, amenazando con precipitar a toda la humanidad interconectada en un fracaso colectivo mucho más pavoroso porque habría de producirse a escala global. Por eso es de temer que su mensaje de aviso y alerta no siente muy bien al conformismo dominante, que prefiere creer panglossianamente que vivimos en el mejor de los mundos posibles.

Pero aunque participe activamente en las luchas ecologistas, Diamond no es un determinista medioambiental, como le acusan sus adversarios para poder ignorar sus argumentos. Por el contrario, en su modelo explicativo, fundado en un pentágono causal, sólo dos ángulos son medioambientales (el deterioro ecológico y el cambio climático), pues hay otros dos que proceden del medio social (la presencia de vecinos hostiles y socios comerciales) mientras que el quinto es institucional o político: las decisiones que adopte cada sociedad en respuesta a sus crisis ambientales y sociales. Por eso Diamond recurre a lo largo del libro a un análisis comparado en el que contrapone el diferente resultado de supervivencia o colapso que obtienen sociedades análogas al enfrentarse a crisis ambientales y sociales semejantes. Así por ejemplo, allí donde los isleños de Pascua se extinguieron súbitamente en muy pocos años, tras alcanzar la cima de su apogeo en el que edificaron los colosales moais que simbolizan su extinción, los isleños de Tikopia por el contrario, enfrentados a una crisis maltusiana parecida, supieron sobreponerse y cambiar, renunciando al culto del cerdo para aprender a readaptarse a su entorno de forma sostenible.

Tras recorrer diversas sociedades del pasado que fracasaron o aprendieron a resolver sus problemas ambientales mediante decisiones sociales acertadas o erróneas, el libro se centra en aquellas sociedades actuales que también se enfrentan hoy a parecidas crisis ambientales y maltusianas: la deforestación masiva de Haití, la superpoblación de Ruanda-Burundi provocadora de un genocidio, la destrucción del suelo australiano por una explotación agraria desertificadora, la espiral desarrollista de China en pos de igualar el nivel de consumo occidental...

Y tanto en el pasado como en el presente siempre aparecen los mismos problemas de tensión maltusiana entre unos recursos menguantes y una voracidad demográfica, competidora o consuntiva que los expolia hasta extinguirlos súbitamente.

De ahí que Diamond dedique un capítulo esencial, el número 14, a exponer la hoja de ruta que conduce a las sociedades a superar con éxito sus crisis ambientales o a fracasar en el intento. Y esta hoja de ruta es un sendero de dilemas decisorios o encrucijadas electivas que se resumen en la conocida tragedia de los bienes comunales, ya identificada por el microbiólogo Garrett Hardin en 1968, en la que Diamond fundamenta toda su argumentación. Una tragedia de agotamiento y extinción ineluctable si no se toma la decisión ejecutiva de autolimitar la explotación ambiental: ya sea mediante racionamiento dictado desde arriba (según el ejemplo alemán o japonés) o por un acuerdo colectivo pactado desde abajo (el modelo de reparto multilateral donde cada parte se responsabiliza de su coto privado).

En función de esto, y pese a todo, el libro no cae en el alarmismo catastrofista sino que apuesta por un esperanzado optimismo posibilista. Es verdad que a los ocho problemas ecológicos y maltusianos que acabaron con las sociedades colapsadas del pasado han venido a añadirse en la actualidad cuatro nuevos problemas inéditos (cambio climático, acumulación de residuos tóxicos, escasez de energía y agotamiento del suelo). Pero el que sepamos resolverlos y superarlos o no lo hagamos es de nuestra exclusiva responsabilidad. Otros supieron hacerlo así antes que nosotros, que contamos además con una ventaja que ellos no tuvieron: y es la de conocer su pasada experiencia para poder aprender hoy de su ejemplo pretérito.

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