La proliferación de negocios chinos se dispara en Benidorm y acapara el 10% del comercio local

El segundo teniente de alcalde, del PP, arrienda dos locales a asiáticos y es su represente legal

La proliferación de comercios chinos se ha disparado en Benidorm en los últimos dos años y ya acaparan el 10% de los negocios instalados en el principal destino turístico de la Comunidad Valenciana, según datos facilitados por la Asociación Independiente de Comerciantes de Benidorm y Provincia (Aico). La patronal del sector denuncia que los locales asiáticos y su mercancía no cumplen la legalidad y cuestiona "los motivos" que llevan a la Administración local a "ignorar" la actividad comercial asiática que, según la entidad, actúa "al margen de la ley".

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La proliferación de comercios chinos se ha disparado en Benidorm en los últimos dos años y ya acaparan el 10% de los negocios instalados en el principal destino turístico de la Comunidad Valenciana, según datos facilitados por la Asociación Independiente de Comerciantes de Benidorm y Provincia (Aico). La patronal del sector denuncia que los locales asiáticos y su mercancía no cumplen la legalidad y cuestiona "los motivos" que llevan a la Administración local a "ignorar" la actividad comercial asiática que, según la entidad, actúa "al margen de la ley".

Los comerciantes aseguran que los inspectores se niegan a visitar estos locales
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El segundo teniente de alcalde de Benidorm, Salvador Moll, del PP, tiene arrendados dos locales a ciudadanos chinos y ejerce de letrado para los comerciantes chinos. Aico sospecha que el dinamismo comercial chino encierra "otros intereses" más allá del comercial. "No son los gerentes chinos quienes pagan estos alquileres. Nadie sabe quién está detrás de los pagos que efectúan", dice Juan José Camarasa, secretario técnico del colectivo de comerciantes.

Los empresarios chinos explotan en la actualidad casi dos centenares de comercios y 45 restaurantes en la capital turística de la Costa Blanca. En la mayoría de los locales comerciales se repite la misma estampa. No resulta nada excepcional acudir a un local que vende artículos de bajo coste, regentado por ciudadanos chinos, y observar a los niños correteando en pijama. Familias enteras comen y duermen en el propio local.

Tampoco es extraño que ninguno de estos locales cumpla el horario comercial, requisito exigido por ley. Productos eróticos, más propios de negocios de sex shop, se exhiben en escaparates, junto al resto de mercancías en un desafío permanente a la legislación. Un rosario de irregularidades que son comprobables a simple vista. "Los inspectores se niegan a visitar estos locales porque dicen que como no hablan chino no se entienden con ellos", cuenta la patronal de comerciantes.

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Sin embargo, el empresario de origen chino Fhiwan Pan, a su vez presidente de la asociación nacional de chinos Luian China España, con sede en Benidorm, afirma que los negocios de sus compatriotas cumplen escrupulosamente la legalidad.

Este extremo es corroborado por el portavoz adjunto del PP en el Consistorio benidormí, Salvador Moll, cuando asegura que los comercios asiáticos están sometidos a los mismos controles municipales de inspección que los demás negocios, sin que exista una discriminación positiva en favor del negocio chino, tal y como denuncia Aico y la oposición en el Ayuntamiento de Benidorm.

Pero tanto la patronal como el grupo socialista en el Ayuntamiento resaltan la posible incompatibilidad de funciones del portavoz popular cuando realiza estas manifestaciones. Salvador Moll tiene arrendados dos locales a comerciantes chinos y ejerce de letrado para los comerciantes chinos. Moll sólo confirma que mantiene alquilado un local y niega que sea el abogado del colectivo. No obstante, el 17 de febrero, el edil popular, acompañado de comerciantes chinos, ofreció una rueda de prensa en calidad de abogado del colectivo para garantizar a la población de que la comida ofrecida en los restaurantes asiáticos supera los controles sanitarios.

Hace dos semanas, la Policía Local de Benidorm inmovilizó un cargamento de comida envasada al vacío junto con otros productos que entraron de manera ilegal y sin pasar los preceptivos controles aduaneros. Tras esta operación policial, los ingresos de los restaurantes chinos de Benidorm se han reducido un 80% y en Alicante en un 60%, según sus propietarios.

Otro apunte que lleva a la patronal de tenderos de Benidorm a cuestionar los intereses de la comunidad china en la implantación de comercios es el elevado precio que abonan por los alquileres. Las mensualidades de los arrendamientos en Benidorm han crecido exponencialmente en apenas dos años, coincidiendo con el progresivo asentamiento del negocio asiático.

Según el secretario técnico de Aico, Juan José Camarasa, los pagos oscilan entre los 1.500 euros a los 1.800 euros en locales ubicados en el extrarradio del municipio. El alquiler se dispara hasta los 4.000 euros, e incluso 7.000 euros para los locales del centro. Basándose en estos costes fijos, la viabilidad económica de estos negocios es "prácticamente nula", toda vez que la totalidad comercian con productos con un precio al público que oscila entre los tres y los seis euros. Actualmente, la arteria más importante del municipio, la avenida del Mediterráneo, en la Playa de Levante, concentra un elevado número de locales chinos.

Aico asegura que el 30% de los 180 comercios asiáticos [del total de 1.800 instalados en Benidorm] fueron traspasados por comerciantes nacionales a tenderos chinos porque les ofrecían "astronómicos" alquileres. "Les sale más rentable alquilar el local que continuar con su negocio". Tras apresurarse a resaltar que la comunidad asiática no es nada conflictiva, Aico señala que ya se ha dado un caso de presión al propietario para alquiler su local. Por su parte, fuentes de la Federación Valenciana de Comercio (Covaco) apunta que la situación de Benidorm es un caso "excepcional". La comunidad china en Benidorm es de 1.500 habitantes.

Uno de los comercios chinos que han proliferado en BenidormROSA FUSTER

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