Reportaje:

Arny, la testigo desprotegida

Una mujer reconoce antes de entrar a juicio que mantiene amistad con el acusado contra el que iba a declarar

En teoría se llamaba Arny y nada más se sabía de ella, porque para eso se la había declarado testigo protegida. Pero ayer resultó que la conocía, y mucho, el principal acusado que se sentaba en el banquillo. Por eso, cuando se supo que Arny era ya una testigo desprotegida debido a esa relación de amistad, habló con la fiscal y se acabó marchando por donde había venido.

"No había visto nada igual en los años que llevo de carrera", dijo en privado la representante de la fiscalía. Los veteranos abogados de la defensa confesaron que tampoco. Al final, el juicio se suspendió unos minutos par...

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En teoría se llamaba Arny y nada más se sabía de ella, porque para eso se la había declarado testigo protegida. Pero ayer resultó que la conocía, y mucho, el principal acusado que se sentaba en el banquillo. Por eso, cuando se supo que Arny era ya una testigo desprotegida debido a esa relación de amistad, habló con la fiscal y se acabó marchando por donde había venido.

"No había visto nada igual en los años que llevo de carrera", dijo en privado la representante de la fiscalía. Los veteranos abogados de la defensa confesaron que tampoco. Al final, el juicio se suspendió unos minutos para recuperar la calma. Cuando se reanudó, la fiscal anunció que en el momento procesal oportuno pedirá que se deduzca testimonio contra el letrado, que es tanto como decir que solicitará que se le investigue por si cometió delito al facilitarle la identidad de Arny a su cliente, Francisco Delgado Pavón. "Que quede claro que no soy yo", repetía al tribunal de la Sección Octava el actual defensor.

De lo que no tiene ninguna duda la fiscalía es de que en el banquillo de los acusados se sienta una banda organizada que en el último trimestre de 2001 supuestamente cometió un total de 10 robos, con violencia o con fuerza, según distingue el Código Penal, en varias poblaciones del Maresme. Alguno de esos robos se produjeron incluso en casa habitada, con la retención de sus propietarios. En el banquillo de los acusados se sientan siete personas.

En todos los supuestos delitos, incluido uno de denuncia falsa y otro de detención ilegal, aparece Delgado Pavón, que afronta una petición del fiscal de 34 años de cárcel y que está en libertad, como el resto. Fue él quien el pasado martes identificó a Arny por su nombre y apellido, y añadió, por si había alguna duda, que estaba hablando de la testigo protegida. A la fiscal le faltó tiempo para preguntarle cómo xonoxía la identidad de la mujer, porque no entendía nada de lo que estaba sucediendo. Y fue entonces cuando Delgado Pavón explicó que se había visto con Arny y que hablaron del juicio y de que ella era una testigo protegida. Fuentes judiciales explicaron que, al parecer, la declaración de la mujer durante la investigación no tiene mucha credibilidad porque fue obligada a actuar así. Por si fuera poco, un mando de la Guardia Civil que hoy declarará como testigo está encarcelado por otro asunto.

El fiscal José María Mena declaró en una ocasión que él era un profesional del espectáculo, "porque la justicia es un espectáculo". Ayer quedó claro en la Audiencia de Barcelona que alguna -o bastante- razón tenía.

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