La gran mudanza de Barajas

Los empleados de la compañía Iberia han recurrido a un fenómeno de la naturaleza para bautizar coloquialmente la situación en la que viven desde noviembre de 2004. En ese momento, Iberia supo que debía dejar las viejas terminales de Barajas y trasladarse a la nueva, la T-4. "Ese mes fuimos conscientes de que íbamos a tener un tsunami, la gran mudanza, en los primeros días de 2006. Entonces nos planteamos dejar que la ola llegara hasta el final o intentar contrarrestar su efecto. Optamos por lo segundo". Es la explicación de Luis García, director de Coordinación de Iberia y encargado de ...

Los empleados de la compañía Iberia han recurrido a un fenómeno de la naturaleza para bautizar coloquialmente la situación en la que viven desde noviembre de 2004. En ese momento, Iberia supo que debía dejar las viejas terminales de Barajas y trasladarse a la nueva, la T-4. "Ese mes fuimos conscientes de que íbamos a tener un tsunami, la gran mudanza, en los primeros días de 2006. Entonces nos planteamos dejar que la ola llegara hasta el final o intentar contrarrestar su efecto. Optamos por lo segundo". Es la explicación de Luis García, director de Coordinación de Iberia y encargado de organizar la gran mudanza.

El nuevo Barajas entra en funcionamiento el próximo domingo día 5, aunque el sábado 4 habrá una ceremonia inaugural con la asistencia del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Un vuelo de Iberia con destino a Barcelona será el primero que salga de la nueva terminal 4 de Barajas, a las 5.50 del día 5. Los vuelos de Iberia procedentes de El Cairo y Lagos serán los primeros que lleguen a ella, en ambos casos a las 5.20.

Pero cuando estas maniobras de aterrizaje y despegue se estén produciendo, la nueva terminal estará ya a pleno rendimiento. Se habrán trasladado al nuevo edificio 8.000 trabajadores de tierra (sólo de Iberia) y alrededor de 40 aviones. Tras 72 años operando en las terminales 1, 2 y 3, Iberia concentrará ahora todos sus vuelos en un único edificio, siguiendo el estilo de otros grandes aeropuertos internacionales. La nueva terminal, que no tiene conexión por metro con la ciudad, ocupa 760.000 metros cuadrados distribuidos en dos edificios: el principal y el satélite. Ambos tienen capacidad para dar servicio a 50 millones de pasajeros al año.

Para la apertura del nuevo Barajas se ha elegido un día —domingo, 5 de febrero—con menos tráfico aéreo de lo habitual, en un mes en el que tradicionalmente desciende el número de pasajeros y vuelos. Un total de 5.000 figurantes ha actuado en los últimos meses a modo de viajeros para intentar encajar todas las piezas del puzzle. Se ha realizado una treintena de ensayos, desde ajustes de los aviones a los fingers (pasarelas hacia las aeronaves), equipajes, control de pasajeros, embarques y aparcamientos. Incluso se han simulado situaciones de horas punta.

Con el fin de reducir riesgos y detectar incidencias, la mudanza comenzó hace 20 días. El día 5 se hará el traslado del personal. El cambio de una terminal a otra de los equipos de tierra comenzará en la medianoche del sábado 4, y se prolongará hasta la mañana del día 5. La mayor parte del volumen de traslado corresponde a efectos personales y documentación, que ocuparán 6.000 cajas.

Según las cifras facilitadas por Iberia, en la gran mudanza se trasladarán 40 aviones, 600 equipos de handling (servicios aeroportuarios en tierra), 800 carros para equipajes, 60 equipos de mantenimiento e ingeniería y 900 ordenadores personales. Además, 8.000 personas cambiarán de lugar de trabajo.

El momento más crítico será, según Luis García, el traslado del control de red, el gran sistema informático. "Es un órgano vital para la compañía que no puede dejar de funcionar en ningún momento. Por él pasa toda la actividad de Iberia. Para hacerlo con todas las garantías, no se desmontará el control de las viejas terminales hasta que no tengamos la certeza de que desde la nueva instalación se puede operar sin problemas", afirma.

La terminal 4, situada en el extremo norte del actual aeropuerto de Barajas, está formada por dos edificios terminales independientes unidos entre sí bajo tierra por un tren automático que funciona permanentemente. El tiempo de viaje estimado entre ambas dependencias es de 3,5 minutos.

La terminal 4 está reservada para los vuelos —nacionales e internacionales — que operen las compañías que tienen asignadas esa terminal (ver gráfico). El edificio principal —denominado T-4— albergará los vuelos nacionales e internacionales en territorio Schengen de esas compañías. El espacio Schengen lo forman los siguientes países europeos: Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, España, Finlandia, Francia, Grecia, Holanda, Italia, Islandia, Luxemburgo, Noruega, Portugal y Suecia.

El edificio satélite —llamado T-4 S— estará reservado a todos los vuelos internacionales fuera del espacio de Schengen de las compañías que utilicen la T-4.

En la terminal 4 —tanto en el edificio principal como en el satélite — operarán Iberia, Iberia Regional/Air Nostrum y las compañías de Oneworld que vuelan a Madrid: Aer Lingus, American Airlines, British Airways, Finnair y Lan. También las compañías con las que Iberia tiene acuerdos: Avianca, CSA Czech Airlene, El Al, Royal Air Maroc, Royal Jordanian, SN Brusels, Sterling, Syrian Arab Airlines, Tarom y Ukrakraine Internacional; además de otras pequeñas compañías.

En coche, sin peaje, es obligatorio atravesar el centro del pueblo de Barajas o tomar una vía que parte de la A-2 y se llama M-14. La vía de peaje evita cruzar la congestionada avenida de Logroño.

En autobús se puede llegar en la línea 204, que va desde la avenida de América hasta el aeropuerto, con parada en la terminal 4. También habrá un servicio especial en la avenida de Logroño hasta el aeropuerto. Se podrán utilizar todos los autobuses que van hasta las terminales 1, 2 y 3, y después coger los que AENA pone de manera gratuita para unir las dos partes del aeropuerto.

En metro se puede llegar a través de la línea 8 (Nuevos Ministerios- Barajas), pero sólo a las terminales 1, 2 y 3, ya que la Comunidad de Madrid todavía no ha sacado a concurso la ampliación del trazado hasta el nuevo edificio de la T-4. Esta obra estará acabada en 2007. Mientras, AENA pondrá autobuses lanzadera para unir las terminales viejas con la nueva. También se ofrecerá este servicio desde la estación de metro de Barajas pueblo.

Todos los vuelos se facturan en la T-4 , el edificio principal, en su nivel 2. Todos los mostradores de Iberia son universales, es decir, se puede obtener la tarjeta de embarque en cualquiera de ellos independientemente de cuál sea el destino final, a excepción de los aviones del puente aéreo Madrid- Barcelona. Los mostradores centrales, destinados a Iberia son del 700 al 999. Los de la clase business son los mostradores comprendidos entre el 840 y el 859, que están situados en la zona centro de la terminal.

El nuevo edificio alberga, además, 48 máquinas de auto check-in (máquinas para obtener la tarjeta de embarque de forma electrónica). Todas están situadas enfrente de la entrada principal.

De toda la operativa, lo que más preocupa a la hora del estreno es el traslado de los equipajes de la terminal a las bodegas de los aviones. Un nuevo sistema totalmente automático —SATE— traslada las maletas a una velocidad máxima de 10 metros por segundo. Todas las maletas se facturan y se recogen en el T-4, edificio principal.

El aparcamiento público es el mismo para el edificio principal y para el satélite. Se encuentra en el margen oeste de la nueva terminal y tiene una capacidad para 9.000 vehículos. Está dividido en seis módulos de cinco plantas cada uno. Los dos centrales (C y D) son los más cercanos a la zona de facturación. Para distinguir si una plaza está libre o no se ha establecido un sistema de señalización mediante luces.

También habrá un aparcamiento público de larga estancia, y desde el estacionamiento VIP se ofrecerán servicios de limusina a los interesados.

El puente aéreo dispone de una zona exclusiva a la que se accede directamente desde la entrada principal. Este espacio se encuentra situado a la izquierda y está señalizado de una manera diferenciada al resto. En esta zona se puede realizar la facturación en mostrador o en máquinas.

Para embarcar en un vuelo de puente aéreo es necesario facturar al menos 20 minutos antes de la salida del vuelo. En los vuelos nacionales y europeos Schengen que salen desde la terminal 4 —edificio principal— hay que estar al menos con 45 minutos de antelación.

La facturación en los vuelos internacionales no Schengen y los pocos vuelos nacionales y Schengen que saldrán desde el edificio satélite —T-4 S— obliga a estar 55 minutos antes del despegue.

Iberia, en cualquiera de los casos, recomienda a los viajeros que hasta que se familiaricen con la nueva terminal se presenten con más antelación. El personal de tierra se reforzará con 300 personas, que orientarán a los viajeros sobre la nueva instalación.

El control de seguridad está situado inmediatamente después de los mostradores de facturación, en el edificio T-4. Y el de pasaportes se encuentra en el edificio satélite, ya que todos los vuelos que requieren pasaporte salen y llegan a esa terminal.

La nueva área comercial ha supuesto una inversión de más de 20 millones de euros. Aldeasa gestionará 19 nuevas tiendas en la T-4, lo que supone una superficie de 3.458 metros cuadrados de superficie comercial en el edificio principal y 4.572 metros cuadrados en el satélite.