Desalojados 1.200 escolares por un escape de gas en la plaza de Castilla

Una máquina de las obras del intercambiador perforó una tubería

Los 1.200 alumnos del colegio Nuestra Señora del Pilar, junto a la plaza de Castilla, tuvieron que marcharse a sus casas ayer por la mañana debido a un escape de gas. La fuga se produjo por la ruptura de una canalización causada por una máquina de las obras del futuro intercambiador de transportes. La empresa Gas Natural, responsable de la instalación, se encargó de repararla, y la situación volvió a la normalidad por la tarde.

Las monjas salesianas que dirigen el colegio Nuestra Señora del Pilar decidieron, asustadas por el fuerte olor de gas, enviar a los alumnos a un colegio cercano ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Los 1.200 alumnos del colegio Nuestra Señora del Pilar, junto a la plaza de Castilla, tuvieron que marcharse a sus casas ayer por la mañana debido a un escape de gas. La fuga se produjo por la ruptura de una canalización causada por una máquina de las obras del futuro intercambiador de transportes. La empresa Gas Natural, responsable de la instalación, se encargó de repararla, y la situación volvió a la normalidad por la tarde.

Las monjas salesianas que dirigen el colegio Nuestra Señora del Pilar decidieron, asustadas por el fuerte olor de gas, enviar a los alumnos a un colegio cercano de jesuitas. Eran

las once y media de la mañana y la mayoría de los escolares estaban en ese momento en el recreo.

Los 1.200 alumnos y 80 profesores permanecieron una hora en el patio del colegio vecino y, una vez que los bomberos aseguraron que no había ningún peligro, algunos de ellos fueron al comedor de su centro, ya que se encuentra en un ala del colegio alejada del lugar donde se produjo la rotura.

Todas las clases y actividades de la tarde fueron suspendidas, y las responsables del colegio avisaron a los padres de los alumnos para que recogieran a sus hijos. "Como mis padres viven lejos y no me podían recoger, me he tenido que pasar toda la tarde en casa de un amigo", contaba Cristóbal, un chico que estudia cuarto de la ESO.

Las obras del intercambiador de la plaza de Castilla, que la empresa Dragados lleva a cabo desde agosto del año pasado, fueron las responsables de la fuga de gas. Una pilotadora -máquina que hace agujeros muy profundos y cilíndricos para que se puedan instalar los pilares de una construcción- perforó una tubería de baja presión.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Las obras de reparación fueron más costosas de lo habitual porque la tubería era muy fina (de unos 110 milímetros, según los bomberos) y se encontraba en una zona muy profunda, por lo que hubo que cavar una zanja.

En un primer momento, la fuga se filtró por el conector del alcantarillado de la calle de San Leopoldo. Para ventilar el gas, los bomberos abrieron las tapas de la alcantarilla y más tarde se ocuparon de taponar la tubería afectada. La calle de San Leopoldo estuvo acordonada durante todo el día.

Medidas preventivas

Los bomberos habían sido alertados a primera hora de la mañana por vecinos que habían olido el gas en la zona cercana a la plaza de Castilla. Con los bomberos se presentó la Policía Municipal. Posteriormente avisaron a los servicios de urgencia de Gas Natural. Un portavoz de los bomberos insistía en que únicamente realizaron las habituales "labores de prevención para controlar que los niveles de gas no llegaban a ser peligrosos". En ningún momento la situación revistió peligro, insistieron los responsables de los bomberos. Una unidad del Samur se desplazó hasta el lugar de los hechos, pero no tuvo que atender a nadie.

Cuando los bomberos fueron a avisar a las responsables del colegio del Pilar de que tenían que evacuarlo, las monjas ya habían tomado esta decisión.

Las 23 religiosas -"Pon que somos salesianas de Don Bosco", decía una de las más locuaces- que trabajan y viven en el colegio mostraban su intranquilidad por la situación. "Como siempre, esta noche vamos a dormir aquí; pero hoy con un poquito de miedo", aseguraba otra monja.

"Que quede muy claro que estamos muy agradecidas a los hermanos jesuitas por habernos acogido", insistía una en referencia al colegio vecino que recibió a profesores, monjas y alumnos durante una hora.

Sobre la firma

Archivado En