Reportaje:

Las más listas de la autopista

Las empresas españolas, favoritas de la privatización en EE UU

Si hay un sector en el que las empresas españolas cuentan con bazas para triunfar en EE UU es el de la concesión de autopistas. Cintra, Ferrovial o Itinere son vistas por los bancos de inversión, los Estados y los municipios como las más aptas para hacerse con buena parte de los futuros proyectos de privatización, un negocio billonario que absorberá decenas de miles de millones de dólares.

El envejecimiento de las actuales autopistas y la falta de recursos de las administraciones para modernizarlas y construir otras nuevas no les deja otra salida que apuntarse a la iniciativa privada. C...

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Si hay un sector en el que las empresas españolas cuentan con bazas para triunfar en EE UU es el de la concesión de autopistas. Cintra, Ferrovial o Itinere son vistas por los bancos de inversión, los Estados y los municipios como las más aptas para hacerse con buena parte de los futuros proyectos de privatización, un negocio billonario que absorberá decenas de miles de millones de dólares.

En el último concurso anunciado, la Indiana Toll Road, cuatro de las nueve compañías candidatas precalificadas son españolas

El envejecimiento de las actuales autopistas y la falta de recursos de las administraciones para modernizarlas y construir otras nuevas no les deja otra salida que apuntarse a la iniciativa privada. Cintra ha sido ya ganadora de los dos únicos contratos convocados hasta la fecha: la Chicago Skyway y el Trans Texas Corridor. En el último concurso, la Indiana Toll Road, cuatro de las nueve candidatas precalificadas son españolas.

Y es sólo el aperitivo. Hay cada vez más Estados interesados en ceder (lease) sus autopistas a grupos privados. "Es un negocio que va a estallar en los próximos años", señalan fuentes de Sacyr Vallhermoso (Itinere), opinión compartida por la National Chamber Foundation, que ha dicho que el proceso moverá 50.000 millones de dólares.

En Estados Unidos, se consideraba hace años que privatizar las autopistas era un sacrilegio; los críticos dicen que va contra la filosofía de los padres fundadores. Pero ahora se cree que el modelo tiene muchas ventajas. El buen resultado de la privatización de la Skyway de Chicago, una vía urbana de 12,5 kilómetros, le hizo ganar adeptos: con la Skyway ganó el ayuntamiento, que ingresó 1.820 millones de dólares y, según se dice, también los usuarios, que disfrutan de una autopista más moderna, con más carriles e innovaciones como el telepeaje.

No extraña que unos 20 Estados hayan anunciado su intención de hacer lo mismo. Al margen de Tejas, que ha presentado el proyecto más ambicioso (cuatro grandes vías con un total de 4.000 millas), también hay proyectos en Nueva Jersey, Delaware, Kansas, Washington DC o Virginia.

La Indiana Toll Road, cuyas ofertas se presentaron el viernes 20, supone otro acelerón. Se trata de una autopista de 156 millas, que el Estado ha valorado en 2.000 millones de dólares, lo que significa que los ofertantes -Cintra, Itinere, FCC- tendrán que ofrecer más.

También será un revulsivo el Trans Texas Corridor, con 1.300 kilómetros y que costará más de 30.000 millones de dólares. En él, Cintra -con Zachry- ha sido elegida socio estratégico por 50 años. Hay ya varias empresas precalificadas para dos tramos, la circunvalación de Dallas (27 millas) y el que liga esta ciudad a Fort Worth (también 27 millas). Se calcula que estos dos proyectos, por los que pujarán Cintra y Dragados (ACS), valdrán más de 2.500 millones de dólares. Y esto es sólo el principio. "Hemos seleccionado cinco proyectos por un total de 6.000 millones a desarrollar en los próximos años en el corredor tejano", dicen en Ferrovial.

Pocos dudan de que el modelo acabe por generalizarse a todas las autopistas con un mínimo de tráfico, pero no lo es menos que su consecución va para largo. Hay bastante rechazo a estas privatizaciones. Los diarios locales se han llenado de cartas de protesta. A los usuarios les preocupa que las actuales tarifas de peaje, 10 céntimos por kilómetro, se disparen a los 30 o 40 y muchos no puedan pagarlas. Estos nubarrones no han creado pesimismo en las empresas españolas, para las que el proceso es inevitable. "Son autopistas con 40 o 50 años, colapsadas y cuyos propietarios no tienen ni un dólar para invertir en ellas", comenta una fuente del sector.

Estos días todas las concesionarias de autopistas están, pues, rastreando lo que sucede. Estado por Estado y ciudad por ciudad. Se dice que el dinero no va a ser problema. La credibilidad y conocimiento de los grupos españoles, líderes en la clasificación mundial de concesionarios, las sitúan entre las favoritas de los bancos de negocios e inversores interesados (Citigroup o Goldman Sachs, por ejemplo).

Nuestras empresas cuentan con escasa competencia. Pese a que grupos locales como Fluor o Kiewit han entrado en la puja, el sector opina que tienen en su contra el no poder presentar historial. Por lo que respecta a las empresas europeas más fuertes, como Autoroutes du Sud de France o Autostrade, tienen el inconveniente de una reducida presencia internacional. Más temible es la australiana Macquarie, aliada de Cintra en Toronto, y que ahora compite con ésta en otros concursos. En total, un reducido grupo de empresas que, según señalan en Sacyr, empiezan a verse las caras "en todos los concursos".

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