Un estudio reivindica el papel de Sevilla en la medicina moderna

Rafael Ángel Rodríguez Sánchez acaba de publicar Introducción de la medicina moderna en España (Alfar), un libro en el que el autor reivindica la "enorme y capital importancia" que tuvo Sevilla en el proceso por el cual se sustituyó en España la medicina antigua por otra de carácter novedoso y que tuvo lugar entre 1687 y 1727. El cambio de la medicina antigua por la moderna supuso la incorporación en España de una serie de novedades filosóficas y científicas que ya eran aceptadas por otros países de Europa como Francia y el Reino Unido, por lo que la medicina se convirtió en la principa...

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Rafael Ángel Rodríguez Sánchez acaba de publicar Introducción de la medicina moderna en España (Alfar), un libro en el que el autor reivindica la "enorme y capital importancia" que tuvo Sevilla en el proceso por el cual se sustituyó en España la medicina antigua por otra de carácter novedoso y que tuvo lugar entre 1687 y 1727. El cambio de la medicina antigua por la moderna supuso la incorporación en España de una serie de novedades filosóficas y científicas que ya eran aceptadas por otros países de Europa como Francia y el Reino Unido, por lo que la medicina se convirtió en la principal protagonista de la revolución científica española.

Rodríguez Sánchez, que es licenciado en Filosofía y doctor en Humanidades

explicó que Sevilla jugó un papel "fundamental" en este proceso, una importancia que, según aseveró, "no ha sido lo suficientemente recordada y a la que no se le ha hecho justicia". En esta línea, informó de que la "gran" sociedad científica de la época la fundó Juan Muñoz y Peralta en la ciudad hispalense en 1657 bajo el nombre de Regia Sociedad de Medicina y Ciencias de Sevilla. El autor del libro señaló que Muñoz y Peralta "fue un profesor de universidad que renunció a su plaza porque se dio cuenta de que, en ese momento, en la universidad no se estaba desarrollando la medicina como él entendía que se tenía que desarrollar".

El autor dijo que "también había focos de reunión y tertulias científicas en Madrid, Barcelona y Valencia", pero, según apuntó, "es en Sevilla donde cabe hablar de una sociedad científica verdaderamente importante, que se convertiría en el emblema del movimiento ilustrado español y donde los jóvenes trataban de innovar y de ir un poco más allá". Además, Rodríguez Sánchez explicó que la Regia Sociedad de Medicina y Ciencias de Sevilla "fue tomando cada vez más cuerpo, hasta el punto de que ha sobrevivido hasta nuestros días con el nombre de Real Academia de Medicina y Cirugía de Sevilla".

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