Los imputados por la caída de una cúpula en Sant Pau asumen las indemnizaciones
Las compañías aseguradoras de las tres partes imputadas por el derrumbe de la cúpula del Hospital Sant Pau de Barcelona se han ofrecido a asumir conjuntamente el pago de las indemnizaciones que el juez instructor dicte para las 21 personas que resultaron heridas en el accidente.
El juzgado de instrucción número 2 de Barcelona ya ha decretado la apertura de juicio oral por el caso al considerar que existen indicios de delito y ha imputado al propio Hospital Sant Pau (en calidad de promotor de las obras de restauración que se estaban realizando en la cúpula cuando se desplomó), a la empre...
Las compañías aseguradoras de las tres partes imputadas por el derrumbe de la cúpula del Hospital Sant Pau de Barcelona se han ofrecido a asumir conjuntamente el pago de las indemnizaciones que el juez instructor dicte para las 21 personas que resultaron heridas en el accidente.
El juzgado de instrucción número 2 de Barcelona ya ha decretado la apertura de juicio oral por el caso al considerar que existen indicios de delito y ha imputado al propio Hospital Sant Pau (en calidad de promotor de las obras de restauración que se estaban realizando en la cúpula cuando se desplomó), a la empresa que ejecutaba los trabajos (Sociedad Anónima de Proyectos, Ingeniería y Constructora), y a los arquitectos y aparejadores que realizaron el proyecto de reforma. Las empresas imputadas han entregado al juez instructor un documento en el que se muestran dispuestas a asumir, en proporciones distintas, el importe global de las indemnizaciones.
El pacto entre las partes imputadas ha sido promovido por la dirección del hospital para "agilizar" los pagos de las indemnizaciones a los afectados, según explicó el gerente, Jordi Colomer.
El importe de las indemnizaciones todavía no se ha determinado, aunque se prevé cuantioso, más por el elevado número de afectados que por la gravedad de las heridas que sufrieron.
El derrumbe de la cúpula del pabellón modernista de la Mercè, que alojaba los servicios de ginecología y obstetricia, se produjo el 19 de abril de 2004. Bajo la cúpula, donde había la sala de espera de forma circular, numerosos pacientes aguardaban para ser visitados. De repente, empezaron a caer cascotes de la cúpula en la parte central de la sala, aunque no hirieron a nadie porque los pacientes estaban sentados junto a la pared. Sin embargo, por el peso de los cascotes, el suelo de la sala de espera se vino abajo y fue entonces cuando la mayoría de los pacientes se precipitaron hacia el piso inferior. Pese a la espectacularidad del siniestro, sólo hubo heridos de diversa consideración.
Tras el siniestro, el hospital revisó el estado del resto de cúpulas y bóvedas del complejo modernista de Sant Pau. Tres cúpulas fueron apuntaladas.
Un informe técnico atribuyó la caída de la cúpula a la oxidación de los meridianos de acero que la sustentaban y a defectos constructivos. Al accidente, según el estudio, pudo haber contribuido el hecho de que los albañiles retiraron tejas y ornamentos de la cúpula, que se desestabilizó al perder el 40% de su peso.