OPINIÓN DEL LECTOR

Tercermundista

El pasado día 4 fui a la Jefatura Provincial de Tráfico, situada en el edificio de La Campana, a llevar un papel que faltaba para acabar de dar de baja un vehículo.

Habían abierto a las 8.45 horas y cuando llegamos a las doce de la mañana me dieron el número C153 con una anotación impresa que decía que iban por el número C12. Después de dos horas y media de estar esperando sin ser atendida, ya no pude más y decidí dirigirme al señor que repartía los números de turno para sugerirle que dijera la verdad, pues a lo largo de todo este tiempo había comprobado que informaba a la gente de que ...

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El pasado día 4 fui a la Jefatura Provincial de Tráfico, situada en el edificio de La Campana, a llevar un papel que faltaba para acabar de dar de baja un vehículo.

Habían abierto a las 8.45 horas y cuando llegamos a las doce de la mañana me dieron el número C153 con una anotación impresa que decía que iban por el número C12. Después de dos horas y media de estar esperando sin ser atendida, ya no pude más y decidí dirigirme al señor que repartía los números de turno para sugerirle que dijera la verdad, pues a lo largo de todo este tiempo había comprobado que informaba a la gente de que nos atenderían entre las ventanillas 15 y 27, cuando de las 13 ventanillas tan sólo había abiertas cuatro. De nada sirvió que muchas de las personas que allí había se unieran a mis quejas, excepto que los vigilantes nos llamaran al orden y exigieran que nos calláramos, y el hecho de que pudiéramos expresar nuestras quejas en el libro de reclamaciones, que servirá de bien poco.

Ya está bien de tener una Dirección General de Tráfico tercermundista. Y si el personal ha de hacer turnos de vacaciones, que se lo monten mejor, pero que no dejen a la gente colgada y la engañen tal como hicieron, al menos, ese día.

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