El Artium sumará a Rembrandt con Picasso o Kandinsky a partir de un cuento de Balzac
El programa del museo para este año incluye muestras de Andrés Serrano y Jana Sterbak
La literatura volverá a dar vida a una exposición en el Artium. Tras Petrarca o Aristóteles, un cuento de Balzac (La obra maestra desconocida) servirá esta vez de hilo conductor a la muestra más ambiciosa que el museo vitoriano ha preparado para el presente año: una selección de obras fascinantes, pero medio olvidadas, de algunos de los principales artistas contemporáneos (Kandinsky, Basquiat, Kiefer, Richter, Rothko o De Kooning, entre otros), con guiños al arte clásico. Otras aportaciones destacables del programa de 2006 son las retrospectivas de Andrés Serrano y Hannah Wilke o la rev...
La literatura volverá a dar vida a una exposición en el Artium. Tras Petrarca o Aristóteles, un cuento de Balzac (La obra maestra desconocida) servirá esta vez de hilo conductor a la muestra más ambiciosa que el museo vitoriano ha preparado para el presente año: una selección de obras fascinantes, pero medio olvidadas, de algunos de los principales artistas contemporáneos (Kandinsky, Basquiat, Kiefer, Richter, Rothko o De Kooning, entre otros), con guiños al arte clásico. Otras aportaciones destacables del programa de 2006 son las retrospectivas de Andrés Serrano y Hannah Wilke o la revisión de la colección permanente a partir del concepto de catarsis.
Balzac publicó su relato en 1831. Cuenta la historia de Frenhofer, un pintor de principios del XVII que lleva diez años trabajando en secreto en el retrato de una mujer, buscando una representación perfecta de su modelo. Los visitantes descubren "un caos de colores, tonos, matices indecisos, una especie de bruma sin forma", en un lienzo en el que el también pintor Porbus desvela que "ahí debajo, hay una mujer". Este texto ha dado lugar a numerosos ensayos de filósofos de la estética. Picasso ilustró con 13 grabados una cuidada edición un siglo después de su publicación.
El relato inspiró al director del Artium, Javier González de Durana, para proponer una de las principales apuestas del museo ante su segundo trienio. La exposición, que se inaugurará el 2 de febrero, contará con tres breves apartados de carácter histórico y un amplio cuerpo principal contemporáneo. El primer apartado presentará algunas obras de artistas reales coetáneos del ficticio Frenhofer: Rembrandt, Rubens y Porbus. El segundo capítulo apuntará identidades posibles para Frenhofer, como Paul Cezanne, quien dijo "Frenhofer c'est moi!", o Kandinsky, quien abordó por primera vez una obra con características formales similares a que describe Balzac. El protagonismo de la tercera sección recaerá en Picasso, con la serie de grabados que ilustraron el relato, entre otras obras.
El capítulo central de la muestra quedará integrado por autores que durante la segunda mitad del siglo XX y hasta la actualidad han trabajado en esa quimera que relató Balzac. Algunos nombres: Richter, Basquiat, De Kooning, Rothko, Kiefer, Domínguez, Miró, Tàpies, Ramos Uranga, Saura, Guerrero o Zumeta.
El 8 de febrero, la pinacoteca abrirá sus puertas a las imágenes y los vídeos de Aitor Ortiz. Light box/Light wall trasladará a Vitoria las preocupaciones del artista bilbaíno en torno a los espacios y las estructuras arquitectónicas.
El 9 de marzo, llegará la cita anual imprescindible con la colección permanente. Catarsis. Ritos de purificación (La Colección V) ofrecerá una selección de unas 40 piezas que pretenden instar en el visitante un viaje de purificación en un tiempo en el que la sobrerrepresentación de la realidad a través de los medios es de tal magnitud que el espectador puede llegar a confundir realidad y ficción. Pintura, escultura, fotografía e instalaciones de autores muy diversos, desde Antonio Saura a Mira Bernabeu, de Eduardo Sourrouille a Alberto Peral, forman esta quinta selección de la colección.
La checa Jana Sterbak (Praga, 1955) es una creadora multidisciplinar dotada de un especial humor negro, que emplea distintos procesos en sus obras, de la performance y las instalaciones al vídeo, la fotografía, el dibujo o la escultura. La exposición que abrirá en Vitoria el 18 de agosto va a suponer una de las escasas oportunidades de contemplar la evolución de sus trabajos desde que a mediados de los 80 alcanzase renombre internacional con Vanitas, un vestido hecho con carne cruda.
La controversia y la provocación también alcanzan a Andrés Serrano, nacido en Nueva York en 1950, con antecedentes cubanos y hondureños. Su exposición en el Artium es la primera individual que ofrece un museo español, una retrospectiva que exhibirá fotografías de las distintas series en que ha trabajado desde los 80, sobre fluidos corporales, vagabundos, la muerte violenta, el sexo, la religión o el Ku Klux Klan.
El programa se completa con Entornos próximos, una colectiva de jóvenes creadores del ámbito territorial cercano al museo: las fotografías de Javier Mingueza, la creación de una de las pioneras del feminismo en el arte, Hannah Wilke; la obra multimedia de Eugenio Ampudia o una selección de las adquisiciones recientes del museo, con piezas de Nagel, Néstor SanMiguel o Manu Muniategiandikoetxea, que incluye, también, un autorretrato de juventud de Agustín Ibarrola.
Por último, el Artium ofrecerá a fin de año Dibujos para la Libertad. Carlos Sáenz de Tejada, el depósito realizado en el centro por la familia de dicho artista de los dibujos originales que realizó para el periódico La Libertad en 1933 y 1934.