La ley antitabaco supera su primer día con un alto grado de cumplimiento

La normativa afronta hoy la prueba de fuego en una jornada laboral

La ley antitabaco entró ayer en vigor con un alto grado de cumplimiento por parte de fumadores, establecimientos de hostelería y empresas. Por su carácter de festivo, el 1 de enero no entraña para la ley la prueba de fuego que supondrá la jornada de hoy, plenamente laboral, pero permitió comprobar la ausencia de incidentes derivados de la normativa. Algunos bares y restaurantes pequeños optaron por no presionar a los fumadores y prefirieron hacer la vista gorda, pero entre los clientes primó el respeto a la nueva ley.

El único detalle algo caótico fue la presencia o ausencia de carteles...

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La ley antitabaco entró ayer en vigor con un alto grado de cumplimiento por parte de fumadores, establecimientos de hostelería y empresas. Por su carácter de festivo, el 1 de enero no entraña para la ley la prueba de fuego que supondrá la jornada de hoy, plenamente laboral, pero permitió comprobar la ausencia de incidentes derivados de la normativa. Algunos bares y restaurantes pequeños optaron por no presionar a los fumadores y prefirieron hacer la vista gorda, pero entre los clientes primó el respeto a la nueva ley.

El único detalle algo caótico fue la presencia o ausencia de carteles para indicar si un bar con menos de 100 metros cuadrados, que son la mayoría, permitía o no fumar en su interior. En buena parte de ellos se exhibieron fotocopias o letreros hechos a mano. Los fumadores recorrían las calles atentos a los avisos. Casi todos los locales pequeños optaron por no prohibir los humos. En un bar de Pamplona, el dueño de un bar eludió su responsabilidad y la trasladó a sus clientes: más del 50% votó en una urna a favor de permitir fumar.

En empresas, estaciones y aeropuertos la prohibición se respetó con entera normalidad. La Federación de Hostelería del País Vasco expresó sus reticencias y aseguró que la nueva ley supondrá para sus asociados pérdidas del 5% en sus negocios. La Federación de Valencia ve problemática la compartimentación requerida en los locales de más de 100 metros cuadrados, que supondrá un coste medio de 8.000 euros.

Ayer también dejó de venderse tabaco en quioscos, tiendas o gasolineras. Sólo está autorizada la venta en estancos o lugares donde se permita fumar. En este año se calcula que dejará de venderse tabaco en unos 40.000 locales. Como consecuencia, los estancos creen que aumentarán un 20% sus ventas.

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