Las cifras del siniestro

El súbito hundimiento de un túnel del metro en el Carmel obligó al exilio forzoso de 1.276 vecinos. Casi un año después del siniestro, 249 personas aún permanecen fuera de sus hogares. La mayoría, unas 160, aguarda el regreso en un piso de alquiler. Reciben cada mes 900 euros para hacer frente a los gastos del arrendamiento y de la manutención. Otras 30 viven en casas de familiares o en segundas residencias, pero la situación más desesperante está en los hoteles, desde donde 60 personas han visto cómo el calendario daba paso al nuevo año.

Durante los últimos días de 2005, la Administrac...

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El súbito hundimiento de un túnel del metro en el Carmel obligó al exilio forzoso de 1.276 vecinos. Casi un año después del siniestro, 249 personas aún permanecen fuera de sus hogares. La mayoría, unas 160, aguarda el regreso en un piso de alquiler. Reciben cada mes 900 euros para hacer frente a los gastos del arrendamiento y de la manutención. Otras 30 viven en casas de familiares o en segundas residencias, pero la situación más desesperante está en los hoteles, desde donde 60 personas han visto cómo el calendario daba paso al nuevo año.

Durante los últimos días de 2005, la Administración redobló esfuerzos para acelerar el retorno de numerosos grupos de afectados, que han recibido garantías sobre la seguridad de sus domicilios: si los vecinos no están conformes con el resultado de la rehabilitación, la Generalitat les proporcionará una nueva vivienda.

Claro que hay otros que nunca volverán a sus casas porque la tierra se las tragó. El socavón comportó el derribo de 35 pisos y traumatizó a 94 personas que perdieron una parte de sus vidas. Para intentar paliar su desgracia, han recibido ya todos ellos un piso de protección oficial, que la Generalitat ha desclasificado para que puedan venderlo, si quieren, en el mercado de la vivienda. Además, han percibido 70.000 euros por familia (más 10.000 por persona a partir del segundo miembro) y otros 30.000 en concepto de daños morales.

De los 1.276 afectados, 33 aún no han recibido la indemnización a la que tienen derecho, y de los 236 comercios que tuvieron que cerrar sus puertas, 35 no han podido abrirlas todavía. Como compensación por la pérdida de más de 1.000 clientes y la inactividad, la Generalitat les da 1.500 euros al mes por trabajador y 10 euros por metro cuadrado del local.

Ante tanta indemnización, es lógico que el desastre del Carmel haya salido caro. Carísimo. Hasta ahora, las tres administraciones -central, autonómica y local- han desembolsado la friolera de 83,6 millones de euros. Casi 6 de estos millones, por citar un ejemplo, se han destinado a pagar las estancias en hoteles. La cifra se incrementará. Después del hundimiento, el Carmel fue declarado Área Extraordinaria de Rehabilitación Integral. Por ello, recibirá 235 millones de euros hasta 2012. La Generalitat aportará 104,5 millones; el Gobierno central, 76,5, y el Ayuntamiento de Barcelona, 35,7, mientras que el resto, 18,3 millones, lo asumirán entidades privadas.

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