Reportaje:

El parqué único europeo pide paso

Los mercados presionan a la Unión Europea para lograr la armonización fiscal y contable

La globalización de los mercados y la creciente internacionalización de las economías ha provocado cambios históricos en las bolsas de valores. La salida a Bolsa de las bolsas es un primer paso hacia la conformación de un mercado europeo único. Un proceso recién iniciado, que, no obstante, se presume largo, porque antes es necesario avanzar en la armonización fiscal y legislativa entre los países miembros.

Desde 2000, el movimiento europeo en ciernes es la conformación de una Bolsa única europea a la que tengan libre acceso todos los inversores. Los primeros pasos los dieron los mercado...

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La globalización de los mercados y la creciente internacionalización de las economías ha provocado cambios históricos en las bolsas de valores. La salida a Bolsa de las bolsas es un primer paso hacia la conformación de un mercado europeo único. Un proceso recién iniciado, que, no obstante, se presume largo, porque antes es necesario avanzar en la armonización fiscal y legislativa entre los países miembros.

Desde 2000, el movimiento europeo en ciernes es la conformación de una Bolsa única europea a la que tengan libre acceso todos los inversores. Los primeros pasos los dieron los mercados de Francia, Bélgica, Holanda y Portugal, con la creación del Euronext. El siguiente, la Deutsche Börse con la salida a Bolsa, es decir, con la privatización de su estructura, hasta entonces en manos institucionales. Ahora, las aguas vuelven a discurrir agitadas, con importantes movimientos alrededor de la Bolsa de Londres.

La Bolsa de Valores de Londres ha recibido una OPA hostil del banco australiano Macquarie por valor de 2.211 millones de euros
La Bolsa única permitirá a cualquier inversor tener acceso a la compraventa de todos los valores en una sola plataforma y de una sola vez

La Bolsa española, en proceso de salida a Bolsa, que posiblemente culminará durante el primer trimestre de 2006, intentó la creación de una gran Bolsa latinoamericana (Latibex), sin desdeñar los movimientos de concentración que se plantean desde hace tiempo en Europa y que se han agudizado desde la primavera. "La creación de una Bolsa única europea es un proceso imparable, aunque para que se haga realidad es necesario abundar en la armonización fiscal y contable en Europa. Una Bolsa única europea permitirá a cualquier inversor del mundo tener acceso a la compraventa de todos los valores europeos en una sola plataforma y de una sola vez. En la actualidad hay mecanismos de acceso parecidos, pero no son determinantes. Además, siempre quedan las dudas sobre la fiscalidad y las diferentes tasas impositivas de cada uno de los países miembros de la Unión Europea. Cuando la armonización fiscal sea un hecho en la eurozona, la Bolsa única europea será irreversible", dice un accionista de Bolsas y Mercados Españoles (BME).

Privatización de un negocio

"La salida a Bolsa de las bolsas, como ya lo ha hecho la Deutsche Börse y la prepara desde hace tiempo la española, es un primer paso en esta dirección. La privatización de un negocio que siempre ha estado en manos de instituciones (antes los agentes de cambio y Bolsa y ahora las sociedades de valores y Bolsa, que representan tanto a los bancos y cajas de ahorro como a los extintos agentes) supone dar un paso adelante muy importante. Además, permitirá que determinados inversores quieran hacer OPA sobre éstas o intentar procesos de fusión como sucede en otros sectores de la actividad económica, desde energía a bancos. Hasta ahora la gran Bolsa europea que se pregona más que una Bolsa única es una Bolsa de unos pocos", añaden fuentes próximas a BME.

Antonio Zoido, presidente de BME, es parco en sus manifestaciones. "La Bolsa española jugará un gran papel en este nuevo escenario, aunque falta mucho camino que desbrozar para que se consolide una Bolsa europea única. Asuntos como la armonización fiscal, contable, incluso de reglamentos, no se solucionan de la noche a la mañana. Frente a ello, la evidencia es que sólo la contratación de valores en Londres, la Bolsa alemana, la española y Euronext suponen el 75% del total de la negociación de toda la Unión Europea. La concentración está suficientemente demostrada", dice Zoido.

Los movimientos más acusados se registran, desde hace tiempo, alrededor de la Bolsa de Londres. El jueves, la Bolsa de Valores de Londres (London Stock Exchange, LSE) informó de que ha recibido una oferta de compra hostil del banco australiano Macquarie cifrada en 1.500 millones de libras esterlinas (2.211 millones de euros). La entidad australiana, que ofrece 580 peniques por cada acción del mercado bursátil londinense, afirmó que su propuesta otorga un "valor atractivo" a la LSE. La semana anterior, la Bolsa de Londres rechazó esa misma oferta, presentada entonces de manera amistosa, porque resultaba "irrisoria, minusvalora la compañía y carece de credibilidad estratégica o comercial". El banco australiano insiste en que ha decidido hacer una oferta hostil después de mantener conversaciones con accionistas de la London Stock Exchange.

Hay más en este capítulo. Dos semanas antes, el operador de Bolsa europeo Euronext confirmó que estudiaba la posibilidad de una fusión por canje de acciones con la Bolsa británica London Stock Exchange. Bajo esta premisa, Euronext crearía una nueva empresa y los accionistas de ambas compañías canjearían sus títulos por valores de la nueva sociedad. Los accionistas de Euronext controlarían probablemente la mayoría de la nueva empresa. Euronext, que aún estudia la oferta, considera varias estructuras basadas en el intercambio de acciones y espera que la medida aplaque a sus accionistas, quienes han dicho que tratarían de bloquear una oferta en efectivo.

La batalla por el control de la LSE comenzó el pasado año, cuando la Deutsche Börse (Bolsa Alemana) lanzó una oferta de 530 peniques por acción, que tuvo que retirar después debido a una rebelión de sus propios accionistas.

La agitación y los movimientos de fondo han sido, también, intensos en el caso de la Deutsche Börse. El 10 de mayo, el socio del fondo británico TCI Fund Management, la firma que forzó entonces la dimisión del director ejecutivo de Deutsche Börse, Weiner Seifert, abogó por que la compañía se fusionase con la paneuropea Euronext, que controla las bolsas de París, Amsterdam, Bruselas y Lisboa.

En Estados Unidos, NYSE aprobó la semana pasada la compra de la plataforma electrónica Archipiélago y sacar a Bolsa la compañía resultante, denominada NYSE Group. También Nasdaq ha iniciado los trámites para comprar la plataforma electrónica Instinet, controlada por Reuters Group. A su vez, Amex, la tercera Bolsa de Estados Unidos, fue comprada a NASD y plantea su salida a Bolsa.

Vista de la bolsa de Londres.REUTERS

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