Socialistas y nacionalistas vascos pactan los Presupuestos tras siete años de ruptura

Los populares acusan al PSE de "renunciar a ser alternativa al nacionalismo" en Euskadi

"No es nuestro Presupuesto, pero estamos en una nueva etapa política a la que queremos responder con actitud positiva". Con esta frase justificó ayer el secretario general del PSE-EE, Patxi López, la retirada de la enmienda a la totalidad a los Presupuestos del Gobierno vasco para 2006, que despeja el camino a la aprobación de las cuentas. El Ejecutivo autónomo y los socialistas vascos se han visto arrastrados por la dinámica de pactos entre PNV y PSOE en Madrid. El acuerdo cierra siete años de ruptura total y de "turbulencias presupuestarias" de los Gobiernos de Juan José Ibarretxe, en palabr...

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"No es nuestro Presupuesto, pero estamos en una nueva etapa política a la que queremos responder con actitud positiva". Con esta frase justificó ayer el secretario general del PSE-EE, Patxi López, la retirada de la enmienda a la totalidad a los Presupuestos del Gobierno vasco para 2006, que despeja el camino a la aprobación de las cuentas. El Ejecutivo autónomo y los socialistas vascos se han visto arrastrados por la dinámica de pactos entre PNV y PSOE en Madrid. El acuerdo cierra siete años de ruptura total y de "turbulencias presupuestarias" de los Gobiernos de Juan José Ibarretxe, en palabras de López.

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El Gobierno vasco y el PSE-EE alcanzaron ayer de madrugada un principio de acuerdo que se tradujo por la mañana en la retirada de la enmienda a la totalidad socialista al proyecto de Presupuestos. López, que defendió personalmente la posición de su grupo, la explicó en la necesidad de realizar una oposición "que no debe limitarse a lo fácil, a jugar al acoso y derribo". Y dio por amortizadas las críticas de entreguismo al nacionalismo vasco por parte del PP, partido que le acusó de renunciar definitivamente a ser alternativa al nacionalismo en Euskadi.

López recordó su compromiso electoral de "sacar al país del callejón sin salida de la confrontación y el enfrentamiento al que le llevaron los Gobiernos anteriores". "Queremos tranquilizar la vida institucional vasca, enderezar el rumbo de la política y transmitir confianza a los sectores socioeconómicos", añadió. En todo caso, quiso dejar claro que su lugar es la oposición, y no aclaró si el día 29 votarán a favor del proyecto o facilitarán la aprobación con su abstención. Pese al principio de acuerdo, Rodolfo Ares, parlamentario y miembro de las ejecutivas vasca y federal del PSOE, insistió repetidas veces en los pasillos de la Cámara vasca que este Presupuesto "no es el nuestro".

El líder del PSE señaló que el proyecto es "más avanzado y mejor" que el inicial del tripartito vasco (PNV, EA y EB). También consideró "evidente" que el Gobierno del lehendakari Ibarretxe ha empezado a "reconducir sus comportamientos, porque los ciudadanos le dejaron en minoría y está obligado a reflexionar y a cambiar".

La vicelehendakari, Idoia Zenarruzabeitia, se felicitó por el acuerdo, cifrado en 249,3 millones de euros, y lamentó que no fuera posible con EHAK. Lo consideró, junto con el alcanzado también con la única parlamentaria de Aralar, Aintzane Ezenarro, una demostración de "la centralidad de este Gobierno". Sobre esta idea insistió por la tarde Ibarretxe en una recepción oficial, al tiempo que resaltaba la apertura de su Gabinete a hablar con todas las fuerzas, incluida, precisó, Batasuna.

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La portavoz del PP, María San Gil, señaló la fecha de ayer como el día de la "renuncia clara y definitiva del PSE y de Patxi López a ser alternativa a 25 años de Gobiernos nacionalistas". Con la retirada de la enmienda, acusó a López de asumir "el proyecto de país nacionalista de Ibarretxe" y de hacer "un papelón por culpa de Zapatero, en su alianza con los nacionalismos más radicales".

No estuvieron muy cómodos los dos socios del PNV, EA y EB. Ambas formaciones minusvaloraron el alcance del pacto. EB lo vinculó al acuerdo presupuestario en Madrid y EA dijo que trabajará aún para incorporar a EHAK.

Ni el Gobierno vasco ni los socialistas quisieron separarse de las palabras "principio de acuerdo", pese a que su firma está programada para el martes a las 10 de la mañana en la Cámara. El pacto tiene tres patas: enmiendas a partidas concretas, la conexión ferroviaria en alta velocidad de Bilbao, Vitoria y San Sebastián (la llamadaY vasca) y la vivienda.

Crédito de 100 millones

Desde que el pasado día 13 diera a conocer el PNV su apoyo a los Presupuestos Generales del Estado, con la Y ferroviaria como plato fuerte, estaba pendiente la parte vasca del acuerdo. Si en el primer caso se dijo que el Gobierno central fijaría una partida de 150 millones de euros para el proyecto, en el segundo se ha acordado un crédito del Ejecutivo vasco por otros 100 millones, cantidad que se descontará del Cupo.

Las modificaciones puntuales del presupuesto o los compromisos para años venideros ascienden a 44 millones de euros, que van destinados a empleo, educación, investigación, transportes, sanidad, cultura, industria, justicia y víctimas del terrorismo. El Gobierno accede también a un endeudamiento de 100 millones de euros para adquirir suelo destinado a viviendas de protección oficial.

El escollo de las ayudas a familiares con presos en cárceles fuera de Euskadi se salvó, según el PSE, con el compromiso de condicionarlas al nivel de ingresos, como cualquier otra ayuda social, y hacer real su aplicación a todo tipo de reclusos.

María San Gil pasa delante de Patxi López durante la intervención de éste en el pleno del Parlamento vasco.PRADIP J. PHANSE

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