7.000 vecinos de Güímar siguen sin luz seis días después de la tormenta

De la Vega constata las debilidades estructurales del sistema en Canarias

Unos 7.000 vecinos de Güímar (Tenerife) afrontaban ayer su sexta noche sin electricidad, cuyo suministro quedó cortado el lunes al paso de la tormenta tropical Delta por las islas Canarias. La vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, constató allí las "debilidades estructurales" del sistema eléctrico en el archipiélago y anunció un análisis del estado de las instalaciones para buscar soluciones.

Aún anoche, más de 7.000 vecinos seguían en Güímar sin luz, según informó la alcaldesa, Vicenta Díaz, a los que habría que sumar otros cientos en caseríos de otros municipios d...

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Unos 7.000 vecinos de Güímar (Tenerife) afrontaban ayer su sexta noche sin electricidad, cuyo suministro quedó cortado el lunes al paso de la tormenta tropical Delta por las islas Canarias. La vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, constató allí las "debilidades estructurales" del sistema eléctrico en el archipiélago y anunció un análisis del estado de las instalaciones para buscar soluciones.

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Aún anoche, más de 7.000 vecinos seguían en Güímar sin luz, según informó la alcaldesa, Vicenta Díaz, a los que habría que sumar otros cientos en caseríos de otros municipios de la costa sureste de Tenerife. Los generadores que Unelco-Endesa ha distribuido a discreción en el sur de la isla como parche hasta que se reponga el sistema general no llegan a estas zonas altas, justamente donde más arrecia el frío por las noches. El viernes, cuando comenzó a recuperarse el suministro en la zona, Endesa recibió más de 10.000 llamadas de vecinos que seguían sin luz por averías en la instalación de su domicilio. La compañía eléctrica aseguró el viernes que el servicio quedaría restablecido totalmente durante el fin de semana.

Entre 500 y 700 personas se manifestaron ayer en Santa Cruz de Tenerife en protesta por la falta de electricidad, convocados por el Sindicato de Empleados Públicos. Los manifestantes corearon consignas como "Gobierno responsable" y "Unelco ladrones".

Las "debilidades estructurales" que constata la vicepresidenta quedaron patentes cuando cientos de miles de personas quedaron sin luz ni teléfono y algunas incluso sin agua tras el derribo por el fuerte viento de 142 torretas de alta tensión en Tenerife. De la Vega se entrevistó con el presidente del Gobierno autonómico, Adán Martín, los responsables de los cabildos de Tenerife, Gran Canaria y La Palma, y una representación de alcaldes de los pueblos más afectados.

La vicepresidenta matizó que es el Gobierno canario el que tiene las competencias energéticas; añadió que en las islas "no existen las condiciones óptimas" para abordar este tipo de crisis; advirtió de que "no hay garantías de que no se vuelvan a producir nuevas incidencias" y anunció un próximo "análisis sobre el estado de todas las instalaciones, su mantenimiento y alternativas". Por último, resumió que la solución es un asunto "muy complejo" que "requiere una política energética clara", además de "invertir más y mejor".

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La vicepresidenta señaló como prioridad "dar respuesta eficaz e inmediata" a los ciudadanos para que puedan reparar los daños sufridos y destacó la "serenidad y madurez encomiable" del pueblo canario. "Espero que el Gobierno esté al menos al mismo nivel", dijo. De la Vega añadió que el Gobierno confía en tener elaboradas para mitad de este mes las disposiciones de desarrollo del decreto ley de ayudas a los afectados.

La vicepresidenta visitó el barrio de El Tablero, en Santa Cruz de Tenerife, y Güímar, el municipio más afectado. En éste último estuvo durante una hora. Se entrevistó con varios agricultores y con la alcaldesa, con quien recorrió los invernaderos destrozados y el litoral costero. En una finca de Los Llanos, la vicepresidenta consoló a Eduardo Díaz, un anciano que le contó entre sollozos cómo en unas horas había perdido el trabajo de toda una vida. Al atardecer, De la Vega se dirigió a La Palma, donde se entrevistó con agricultores y alcaldes, y luego a Gran Canaria.

Fernández de la Vega y el presidente canario, Adán Martín (segundo por la derecha), en La Palma.EFE

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