OPINIÓN DEL LECTOR

Botellón en Sanlúcar

Hay ciudadanos que esperan el fin de semana para descansar. Otros que tememos su llegada. Somos todos los vecinos afectados por el fenómeno del botellón en Andalucía.

En nuestro caso somos una comunidad de vecinos de 30 familias, pocos votos, cierto, pero también las minorías tenemos derecho a dormir incluso las noches de los viernes y los sábados. Vivimos cada fin de semana una especie de intifada: Rodeados de una alambrada para protegernos de la multitud, imposibilitados de salir y atemorizados por la violencia que se palpa en el ambiente.

El botellón en Sanlúcar tiene lugar, a...

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Hay ciudadanos que esperan el fin de semana para descansar. Otros que tememos su llegada. Somos todos los vecinos afectados por el fenómeno del botellón en Andalucía.

En nuestro caso somos una comunidad de vecinos de 30 familias, pocos votos, cierto, pero también las minorías tenemos derecho a dormir incluso las noches de los viernes y los sábados. Vivimos cada fin de semana una especie de intifada: Rodeados de una alambrada para protegernos de la multitud, imposibilitados de salir y atemorizados por la violencia que se palpa en el ambiente.

El botellón en Sanlúcar tiene lugar, además, en un patio conventual del siglo XVII, el Patio de la Victoria, recientemente restaurado por la Junta de Andalucía y destruido de nuevo lentamente cada fin de semana, sin el más mínimo sonrojo municipal, sin la más mínima cobertura policial y sin la menor intervención de las autoridades culturales municipales, ni provinciales.

Más información

Lo que podría ser un atractivo turístico de primera magnitud se convierte cada fin de semana en un vertedero autorizado por aquellos, léase PP, que ante la Junta exigen la salida del botellón de las zonas habitadas. Necesitamos todo tipo de ayuda.

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