Tribuna:COYUNTURA INTERNACIONAL

Preparados, listos...

Pasada hace algún tiempo la crisis de confianza institucional provocada por el proceso de aprobación de la Constitución de la Unión Europea y las dudas generadas en el proceso de formación de gobierno en Alemania, la economía del área euro ha ofrecido en los últimos meses señales que invitan a un moderado optimismo acerca del futuro. La paulatina recuperación de la confianza de los agentes a partir del verano y la más reciente aceleración del crecimiento del PIB en el tercer trimestre apuntan en esta dirección y, aunque no permiten echar las campanas al vuelo, sí ayudan a desterrar escenarios ...

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Pasada hace algún tiempo la crisis de confianza institucional provocada por el proceso de aprobación de la Constitución de la Unión Europea y las dudas generadas en el proceso de formación de gobierno en Alemania, la economía del área euro ha ofrecido en los últimos meses señales que invitan a un moderado optimismo acerca del futuro. La paulatina recuperación de la confianza de los agentes a partir del verano y la más reciente aceleración del crecimiento del PIB en el tercer trimestre apuntan en esta dirección y, aunque no permiten echar las campanas al vuelo, sí ayudan a desterrar escenarios recesivos (que no pocos han preconizado, y no hace mucho tiempo, para la UME).

En este entorno, el BCE acaba de mostrar sus cartas con una claridad poco habitual en los últimos años, advirtiendo de que "está preparado para subir los tipos de interés" y que "más vale prevenir que curar", en clara alusión a su mandato de mantener la estabilidad de precios en el medio plazo. No puede decirse que la autoridad monetaria haya sorprendido a los inversores, que desde hacía ya semanas descontaban con claridad este acontecimiento (tal y como reflejaba la curva de tipos), pero sí que ha generado un intenso debate sobre la idoneidad de tal medida en el actual momento.

El BCE acaba de mostrar sus cartas con claridad al advertir de que "está preparado para subir los tipos de interés"

Por un lado, el elevado precio de la energía y la evolución de los agregados monetarios y el fuerte crecimiento del crédito (ya no sólo hipotecario residencial, sino generalizado por actividades productivas) abogan por, en un entorno de mayor crecimiento, elevar los tipos para mantener ancladas las expectativas inflacionistas de los agentes de inversores y, fundamentalmente, del público en general.

Por otra parte, el deprimido estado del consumo privado a nivel agregado en el área euro y, como consecuencia de ello, la mínima presión sobre la inflación subyacente, justifican la permanencia de un elevado grado de estímulo monetario.

En nuestra opinión, lo relevante para la economía del área euro, y que definirá la evolución de las variables financieras en próximos meses, es si lo que ahora va a iniciar el BCE es un ciclo "clásico" de subidas de tipos (para lo que no encontramos suficiente justificación) o tan sólo un ajuste o fine-tunning de carácter preventivo y, por tanto, limitado.

José Manuel Amor y José Manuel Ruiz son profesores de la Escuela de Finanzas Aplicadas (Grupo Analistas).

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