Siete abetos gigantes y neblina de diseño en las calles

Madrid se convertirá en una enorme bombilla navideña a las seis de la tarde de mañana. Habrá sido declarada oficialmente la Navidad, que además de una tradición y un motivo de encuentro familiar es época de compras y consumo masivo. El Ayuntamiento, en ese festival del gasto, desgrana sus propias cifras: 240.000 euros en factura eléctrica para dar vida, hasta el 7 de enero, a 2,5 millones de bombillas -medio millón más que el año pasado- que consumirán 2,4 millones de kilovatios/hora, según explicó ayer la concejal de Medio Ambiente, Paz González.

Las lámparas de mayor potencia, más de ...

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Madrid se convertirá en una enorme bombilla navideña a las seis de la tarde de mañana. Habrá sido declarada oficialmente la Navidad, que además de una tradición y un motivo de encuentro familiar es época de compras y consumo masivo. El Ayuntamiento, en ese festival del gasto, desgrana sus propias cifras: 240.000 euros en factura eléctrica para dar vida, hasta el 7 de enero, a 2,5 millones de bombillas -medio millón más que el año pasado- que consumirán 2,4 millones de kilovatios/hora, según explicó ayer la concejal de Medio Ambiente, Paz González.

Las lámparas de mayor potencia, más de 200.000, serán instaladas en los árboles. En el paseo del Prado lucirán, por ejemplo, 42.000 bombillas, y en la Castellana, 44.000. La iluminación navideña permanecerá encendida, hasta el 24 de diciembre, de 18.00 a 24.00; y se prolongará hasta la medianoche entre el día de Nochebuena y el 6 de enero, aunque en las jornadas festivas de Navidad y Reyes se mantendrá conectada hasta las siete de la mañana.

Entre las propuestas de este año González subrayó los siete "abetos gigantes" -seis de 12 metros de altura y otro de 16 metros- que, adornados con complicados juegos de luces, se han plantado en la plaza de Castilla, Cuatro Caminos, San Juan de la Cruz, el paseo del Prado, Colón, la glorieta de Atocha y la Puerta del Sol.

Evitar la polémica

En cuanto al diseño de la iluminación, Alberto Ruiz-Gallardón admitió que esta vez ha decidido renunciar a la propuesta estrella del año pasado: las palabras colgantes -entre las que, junto a la tradicional "paz", se colaban otras como "croqueta", "lujuria" o "calaña"- que adornaron entonces el paseo de Recoletos. "Era una propuesta atractiva, pero generó polémica. La Navidad no es el tiempo adecuado para las polémicas", dijo ayer el alcalde.

En su lugar, este año se han planteado distintos diseños de luces en los puntos emblemáticos de la capital: tiras blancas que asemejan copos de nieve en Recoletos; luminarias de colores en Chueca; una cascada de luz, y no de agua, en Colón; "neblinas de diseño" en el puente de Juan Bravo; estructuras con forma de ola en la calle Mayor; un pórtico en la plaza de la Remonta o 500 puntos de luz en la Plaza Mayor. La palabra "paz" en varios idiomas volverá a cubrir la calle de Alcalá entre la plaza de la Independencia y Cibeles.

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