REVUELTA URBANA EN FRANCIA

El Gobierno, preocupado por la imagen de un país "en llamas"

Las imágenes de los coches en llamas, de los jóvenes lanzando piedras contra los policías, repetidas hasta la saciedad por las televisiones del mundo, junto a las exageraciones y tergiversaciones, como la de un periódico de Pekín que anunciaba que los chinos eran perseguidos en Francia apoyándose en la fotografía de una comerciante que, como muchos otros, había sufrido los efectos de la revuelta en su negocio, no han sentado nada bien al Gobierno francés.

El primer lugar de este hit parade se lo lleva una imagen muy especial, la del mapa de Francia trufado de pequeñas llamas crep...

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Las imágenes de los coches en llamas, de los jóvenes lanzando piedras contra los policías, repetidas hasta la saciedad por las televisiones del mundo, junto a las exageraciones y tergiversaciones, como la de un periódico de Pekín que anunciaba que los chinos eran perseguidos en Francia apoyándose en la fotografía de una comerciante que, como muchos otros, había sufrido los efectos de la revuelta en su negocio, no han sentado nada bien al Gobierno francés.

El primer lugar de este hit parade se lo lleva una imagen muy especial, la del mapa de Francia trufado de pequeñas llamas crepitantes que la cadena de televisión norteamericana CNN incluyó en sus informativos en los primeros días para ilustrar la extensión del conflicto. "Y ni siquiera habían puesto a Toulouse en su sitio", comentaba irritado un funcionario del Ministerio de Exteriores.

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Ayer, el ministro portavoz del Gobierno, Jean-François Copé, convocó a la prensa extranjera para pedirles educadamente que mantuvieran una proporción razonable entre la realidad y lo que han transmitido, a su juicio, algunas imágenes, que no es otra cosa que Francia está "en llamas" y padece "una guerra civil". La mejor respuesta a esta "caricatura", dijo Copé, "es la verdad de los hechos", que a su juicio es la de un país que reacciona ante una situación que puede darse en otros lugares. "Ningún país está a salvo de situaciones como ésta, lo hemos visto en el pasado y, desgraciadamente, lo podremos ver en el futuro", dijo.

No quiso el ministro portavoz entrar a evaluar cuál fue el daño que esas imágenes hicieron a la mayor industria de Francia: el turismo. Lo que ha sucedido afecta a barrios marginales de las grandes ciudades, explicó, y los turistas no acuden a estos lugares. "No hemos constatado anulaciones significativas de turistas, salvo para las fiestas de fin de año", reconoció.

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