EE UU y China ponen fin a la guerra textil con un aumento de cuotas hasta 2008

Washington logra salvaguardas para las entradas de camisetas, pantalones y ropa interior

EE UU y China pusieron ayer fin a su disputa comercial en el sector textil con la firma de un acuerdo que permitirá al gigante asiático incrementar progresivamente y de manera limitada el volumen de sus exportaciones. El acuerdo cubre 34 categorías de productos, cuyas importaciones de China crecerán a un ritmo entre el 10% en 2006 y el 16% en 2008, con la excepción de camisetas, pantalones o ropa interior, que aumentarán más despacio. El pacto llega tras tres meses de intensas negociaciones y supone el desbloqueo de las mercancías almacenadas en las aduanas de EE UU.

El incremento espec...

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EE UU y China pusieron ayer fin a su disputa comercial en el sector textil con la firma de un acuerdo que permitirá al gigante asiático incrementar progresivamente y de manera limitada el volumen de sus exportaciones. El acuerdo cubre 34 categorías de productos, cuyas importaciones de China crecerán a un ritmo entre el 10% en 2006 y el 16% en 2008, con la excepción de camisetas, pantalones o ropa interior, que aumentarán más despacio. El pacto llega tras tres meses de intensas negociaciones y supone el desbloqueo de las mercancías almacenadas en las aduanas de EE UU.

El incremento espectacular de la venta de textiles chinos hacia Estados Unidos -creció un 50% en los primeros ocho meses de 2005- tras la liberalización total del sector en enero pasado provocó el enfado de la industria y los sindicatos estadounidenses. Washington empezó a aplicar el régimen de salvaguardas que de forma excepcional permite la Organización Mundial del Comercio (OMC) -limitar la tasa de crecimiento de las importaciones procedentes de China al 7,5% anual en el caso de una lista de productos considerados sensibles- y empezó a negociar con Pekín para evitar una guerra abierta.

El acuerdo alcanzado ayer supone un aumento del volumen de prendas que Washington aceptará desde China si se compara con el volumen vigente hasta ahora, pero introduce limitaciones y, además, se incluyen más productos en dicha lista. El representante de Comercio de EE UU, Rob Portman, refrendó ayer el pacto en Londres con su homólogo chino, Bo Xilai.

El nuevo acuerdo textil entrará en vigor el 1 de enero y expirará a final de 2008. En este punto llega la primera concesión, ya que Pekín quería que expirara en 2007. Pero los chinos, a cambio, podrán incrementar sus envíos hacia EE UU más de lo que exigía Washington. Así las cosas, las importaciones del textil chino podrán subir entre un 10% y un 12% en 2006, entre un 12,5% y un 15% en 2007 y entre un 15% y un 16% en 2008. En el caso especial de las camisetas, pantalones o ropa interior, esos incrementos anuales se limitan al 5,5% en 2006, al 7,8% en 2007 y al 10,3% en 2008.

El acuerdo cubrirá un total de 34 artículos textiles, incluidos los 14 que EE UU considera una amenaza para la supervivencia de su industria. Se calcula que desde que se eliminó el régimen de cuotas el pasado 1 de enero, una veintena de plantas de producción han tenido que cerrar sus puertas, con los consiguientes despidos.

El pacto comercial se asemeja al alzancado por la Unión Europea a comienzos de año. Sin embargo, tendrá un año más de duración que el de la UE.La Casa Blanca espera que el acuerdo en el textil sirva para rebajar la tensión en otros litigios, como el relativo a la violación de las marcas o los problemas de acceso al mercado asiático. Las relaciones comerciales entre los dos gigantes económicos será uno de los temas que se abordarán en la visita de Bush a China la semana próxima.

El ministro de Comercio chino, Bo Xiliai, y el de EE UU, Rob Portman, tras la firma del acuerdo en Londres.AP

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