Fotonoticia:

La catedral de la fotografía

El Photomuseum reabre sus puertas en Zarautz tras su rehabilitación integral

Apenas nadie creía en el proyecto, pero Leopoldo Zugaza, entonces funcionario de la BBK y Ramón Serras, pastelero, se empeñaron en 1992 en crear en Zarautz un museo consagrado a la fotografía. Hoy, trece años después, ven recompensado su esfuerzo. El Photomuseum, el único centro español que se dedica exclusivamente a esta disciplina, reabre sus puertas al público tras someterse a una rehabilitación integral que le da otra dimensión. El museo ha duplicado su espacio expositivo, ha eliminado barreras arquitectónicas y ha ganado en pedagogía al narrar la historia de la fotografía desde su nacimie...

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Apenas nadie creía en el proyecto, pero Leopoldo Zugaza, entonces funcionario de la BBK y Ramón Serras, pastelero, se empeñaron en 1992 en crear en Zarautz un museo consagrado a la fotografía. Hoy, trece años después, ven recompensado su esfuerzo. El Photomuseum, el único centro español que se dedica exclusivamente a esta disciplina, reabre sus puertas al público tras someterse a una rehabilitación integral que le da otra dimensión. El museo ha duplicado su espacio expositivo, ha eliminado barreras arquitectónicas y ha ganado en pedagogía al narrar la historia de la fotografía desde su nacimiento hasta la actualidad.

"Seguimos con la misma filosofía que cuando empezamos, definida por el ICOM, el Consejo Internacional de Museos", afirma Zugaza, presidente de la Fundación Photomuseum-Argazki Euskal Museoa. Esto es, "adquirir, conservar, comunicar y exhibir para fines de estudio, educación y deleite, testimonios relacionados con el arte fotográfico". Hasta hace dos años y medio, el centro, que ha presentado más de 130 exposiciones, sólo disponía de dos plantas de Villa Manolita para desarrollar esta actividad. Hoy, tras una inversión municipal de 1,3 millones de euros, ocupa los cinco pisos del inmueble, diseñado además para garantizar que los fondos -no sólo fotografías, sino también daguerrotipos, cámaras de todas las épocas...- se exhiban en condiciones óptimas de temperatura y humedad.

El hall lleva directamente al visitante a la sala de exposiciones temporales, que se estrena con la colectiva Distancia y Cercanía. Es entre el primer y el tercer piso donde se ubica la muestra permante. Primero, todo lo relacionado con los usos de esta disciplina -fotografía e imprenta, arquitectura, fotoperiodismo...-; después, en la segunda, los géneros fotográficos, desde el retrato o el paisaje, hasta el arte conceptual; en la tercera se exhibe todo lo relativo a la técnica y en la cuarta, una biblioteca con más de 4.500 volúmenes. El Photomuseum adquiere así otra dimensión. Por eso se ha incrementado el personal de una a cinco personas. Y también por eso, su presupuesto anual de gestión ha pasado de los 42.000 euros a los 150.250. Queda por ver la respuesta del público.

JAVIER HERNÁNDEZ
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