Cámaras de vigilancia
El alcalde de Pedrera ha instalado en las paredes laterales del Ayuntamiento dos cámaras de vigilancia. Estas cámaras controlan, vigilan e invaden la intimidad y la libertad de los vecinos y vecinas que circulen por las calles 1º de Mayo y plaza del Pueblo.
Sorprende la actitud del alcalde en un pueblo donde la ausencia de conflictos es la tónica general y si ocasionalmente se produce alguno no es precisamente en esa zona.Sorprende aún más cuando a preguntas de este portavoz, tanto el secretario como el alcalde, contestan que como "la Consejería de Gobernación nos ha dado la subvención,...
El alcalde de Pedrera ha instalado en las paredes laterales del Ayuntamiento dos cámaras de vigilancia. Estas cámaras controlan, vigilan e invaden la intimidad y la libertad de los vecinos y vecinas que circulen por las calles 1º de Mayo y plaza del Pueblo.
Sorprende la actitud del alcalde en un pueblo donde la ausencia de conflictos es la tónica general y si ocasionalmente se produce alguno no es precisamente en esa zona.Sorprende aún más cuando a preguntas de este portavoz, tanto el secretario como el alcalde, contestan que como "la Consejería de Gobernación nos ha dado la subvención, pues las hemos instalado".
La falta de pudor hacia la intimidad de los vecinos es una muestra más de la imprevisión con que se actúa, gobernando sin ningún respeto, imaginando fantasmas donde jamás los ha habido e intentando convertir nuestro tranquilo pueblo en una zona de conflicto.
Mientras esto ocurre, la Policía Local se ve incapaz de cubrir los servicios necesarios y no se hace nada para resolverlo, y, por ejemplo, los empresarios tienen que recurrir a la vigilancia privada para controlar sus negocios.
Si Manuel Fraga acuñó, en los mejores tiempos del franquismo, la frase: "La calle es mía"; el alcalde de Pedrera (PSOE) pretende que sea suya y, además, observarla en video mientras inventa batallitas.