Izaskun Bilbao intentó suspender la actividad del Parlamento

La presidenta del Parlamento, Izaskun Bilbao, renunció la semana pasada a tratar de obtener una suspensión oficial de todas las actividades de la Cámara con motivo de la celebración del juicio contra su predecesor en el cargo, Juan María Atutxa, después de que los representantes del PSE y el PP en la Mesa se opusieran.

Según ha podido saber este periódico, Bilbao no adujo en ningún momento motivaciones de índole político o de demostración de solidaridad con los encausados y argumentó únicamente con las dificultades "técnicas" causadas por las ausencias previsibles de los dos secretarios...

La presidenta del Parlamento, Izaskun Bilbao, renunció la semana pasada a tratar de obtener una suspensión oficial de todas las actividades de la Cámara con motivo de la celebración del juicio contra su predecesor en el cargo, Juan María Atutxa, después de que los representantes del PSE y el PP en la Mesa se opusieran.

Según ha podido saber este periódico, Bilbao no adujo en ningún momento motivaciones de índole político o de demostración de solidaridad con los encausados y argumentó únicamente con las dificultades "técnicas" causadas por las ausencias previsibles de los dos secretarios de la Mesa y de los portavoces de grupos, que estaban llamados a declarar.

Los representantes del PSE y el PP le hicieron ver que no podía aducir esas razones "técnicas" cuando aún no se conocían siquiera las fechas de las citaciones de cada cual y se negaron a una suspensión de actividad oficializada por una decisión de Mesa. Una decisión de ese tipo habría podido interpretarse como una muestra de solidaridad con los encausados o de censura del legislativo autonómico al poder judicial por la celebración del proceso. Tras un receso en la reunión del órgano de gobierno de la Cámara, Bilbao renunció, aunque los tres grupos del Gobierno, PNV, EA y EB, habrían podido sacar adelante la iniciativa de haberla sometido a votación, ya que siguen teniendo la mayoría en la Mesa.

El PSE-EE llegó a tener prevista una nota de desacuerdo por si la decisión se adoptaba, antes de que Bilbao diera marcha atrás. Las fuentes consultadas en este grupo reconocieron el episodio, pero se felicitaron de que la situación "se recondujera"."Lo que cuenta es que la posición final de la Mesa no fue la de suspender", señalaron.

Esos mismos medios admitieron que la renuncia a oficializar la suspensión de actividad, habiendo podido forzarla con una votación, revela un nuevo talante en la presidenta de la Cámara y un diferente modo de actuar al observado por su predecesor. "Fue sensible a los razonamientos que se le hicieron", reconocieron fuentes socialistas.

La presidenta sí ejerció después las atribuciones personales que le confiere el Reglamento para no convocar la semana pasada ni la Mesa, -ésta se celebra habitualmente los martes y Bilbao estaba ese día en Barcelona- ni la Junta de Portavoces, ni tampoco el pleno que acostumbra a tener lugar los viernes. Los servicios de la Cámara dijeron no tener explicación oficial, pero señalaron como motivo posible la coincidencia de la fecha con el comienzo del congreso del PSE-EE.

Es habitual que los grupos pidan o la suspensión de los plenos o al menos la reducción del orden del día en esas ocasiones, en atención a las necesidades de sus parlamentarios y es uso establecido también que se acceda sin ningún problema a esas solicitudes. También el PP ha pedido el acortamiento del orden del día para el pleno del día 4, con motivo de una convención interparlamentaria que celebra ese partido en Barcelona.

En la práctica, el trabajo del Parlamento la semana pasada se redujo a la celebración de las comisiones de Sanidad y de Trabajo y Acción Social, ambas el lunes. El juicio empezó el miércoles y desde ese día no se desarrolló ninguna actividad. La comisión de Ordenación Territorio, Transportes y Medio Ambiente programada para el jueves, fue desconvocada, después de acceder el PNV a pedirlo por escrito, tal y como le exigió que hiciera la presidenta de ese grupo de trabajo, la socialista Gemma Zabaleta.

El PSE llegó a tener preparada una nota de desacuerdo, pero la presidenta dio marcha atrás y tras un receso en la reunión de la Mesa, renunció al intento.