Reportaje:

La avicultura, contra las cuerdas

Las noticias sobre la grive aviar reducen las ventas y el mercado teme un hundimiento

La avicultura de carne y de huevos tiene el miedo en el cuerpo. Las noticias sobre el avance de la gripe aviar han puesto al sector contra las cuerdas. Aunque desde medios públicos y privados, técnicos en sanidad animal y veterinaria se han hecho reiteradas llamadas la tranquilidad para el consumo de carne y huevos, el sector ya ha sufrido una caída de ventas y teme una crisis sin precedentes. La avicultura factura en España más de 2.300 millones de euros y da empleo directo e indirecto a 140.000 personas.

Lorenzo Ramos, secretario general de UPA, donde se halla integrada la Plataforma ...

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La avicultura de carne y de huevos tiene el miedo en el cuerpo. Las noticias sobre el avance de la gripe aviar han puesto al sector contra las cuerdas. Aunque desde medios públicos y privados, técnicos en sanidad animal y veterinaria se han hecho reiteradas llamadas la tranquilidad para el consumo de carne y huevos, el sector ya ha sufrido una caída de ventas y teme una crisis sin precedentes. La avicultura factura en España más de 2.300 millones de euros y da empleo directo e indirecto a 140.000 personas.

El sector tiene el 99% de las granjas con instalaciones cerradas, factura 2.300 millones y proporciona empleo a unas 140.000 personas

Lorenzo Ramos, secretario general de UPA, donde se halla integrada la Plataforma Avícola que agrupa al colectivo de ganaderos, ha hecho un llamamiento general desde la OMS a los organismos comunitarios para no crear tensiones artificiales "que pueden hundir el sector en un día y que se tarda en levantar un año."

La avicultura es uno de los sectores que prácticamente no se hallan integrados en la Política Agrícola Común, pero que han logrado un mayor desarrollo en las últimas décadas, con modernización de explotaciones y capacidad competitiva frente al resto del mundo. En conjunto supone en España una produción estimada en 2.300 millones de euros y que genera en torno a los 140.000 puestos de trabajo.

De acuerdo con esa situación, casi el 99% de la producción de pollos y de huevos se hace de acuerdo con las reglas de juego sobre bienestar animal marcadas por Bruselas, en granjas cerradas y en la mayor parte de los casos con una integración vertical, controles sanitarios y un sistema completo de trazabilidad que supone conocer un producto desde el pollito de un día hasta su venta en el matadero.

El pasado mes de septiembre,antes de que se produjera esta crisis por la grive aviar, tras un año de negociaciones con el sector, Agricultura puso en marcha un nueva normativa para la ordenación del sector avícola por la que, entre otros puntos, se exige una distancia mínima de 500 metros entre explotaciones, la existencia de libros de explotación y unos rigurosos controles en materia de sanidad y bienestar animal.

Gra njas intensivas cerradas

"Tenemos un sector que, por su estructura de producción intensiva con granjas totalmente controladas y cerradas, asegura una total seguridad del producto para el consumidor frente al riesgos de infección por agentes externos", señala el gerente del grupo Coren, Manuel Gómez. La avicultura de carne se concentra fundamentalmente en la producción de pollo. Según los datos manejados por el sector, el sacrificio semanal de animales es de unos 12 millones y de 611 millones al año, lo que supone una producciónon total de 1,25 millones de toneladas de carne.

La producción de carne de pollo se realiza en casi su totalidad mediante el sistema de integración. Ello significa que los grandes grupos, con mataderos y fábricas de piensos, llegan a un acuerdo para su cría con unos 5.300 granjeros que ponen sus instalaciones y trabajo y a quienes pagan una cantidad por pollo criado.

El desarrollo de la cría intensiva en granjas cerradas supone la obtención de un animal de unos 2,5 kilos de peso bruto en un poriodo de entre 45 y 50 días. Las explotaciones para la cría de los pollos se hallan, sobre todo, en Cataluña, Levante, Andalucía, Galicia y Aragón. El sistema de producción por integración vertica - que la empresa matriz tenga el control del pollo desde su nacimiento hasta el sacrificio- permite desarrollar la trazabilidad de los animales y lograr un pollo uniforme en función de la demanda. Igualmente, con este sistema se evita depender de terceros para su aprovisionamiento. Para Federico Félix, presidente de Propollo, la interprofesional del sector, se trata de una actividad que en los últimos años ha ofrecido al consumidor español un producto barato y con todos los mecanismos necesarios de control sanitario y seguridad alimentaria de un producto básico en la cesta de la compra. El consumo de carne por persona y año se acerca a los 30 kilos.

El sector del pollo ha experimentado en los últimos años un fuerte proceso de concentración, lo que supone que una docena de empresas controlan el 90% del mercado. A la cabeza se halla el grupo Sada, filial de la holandesa Nutreco, con casi el 30% de cuota, seguido del grupo cooperativo Coren con el 12% . En segundo plano se hallan otros grupos como Uvesa, la francesa Doux, Arpisa, Avicu o Guissona.

La producción de pavos se situa en unos 2,4 millones de unidades con 20.500 toneladas.

Huevos con DN l

En el caso de la avicultura de puesta, se trata igualmente de una producción intensiva, con los animales alojados en naves cerradas en un 98,5% sin acceso al exterior, mientras el 1,5% restanet corresponde a explotaciones al aire libre para huevos camperos o de corral. España cuenta con un censo de gallinas ponedoras de 40 millones de animales, con una producción de 1.100 millones de docenas de huevos por un valor de 1.062 millones de euros. Esa cifra supone el 15% de la producción comunitaria y de la misma el 15% se destina a la exportación. La producción de huevos se concentra especialmente en las comunidades autónomas de Castilla-La Mancha, Castilla y León, Andalucía y Cataluña. El consumo por persona y año es de 248 huevos. El producto se presenta al consumidor desde el año 2004 mediante un sistema de marcado que utiliza un código por el que se conoce el tipo de producción, país, provincia, pueblo y granja, lo que supone una total identificación del producto.

A diferencia de la avicultura de carne, en la de puesta el proceso de concentración empresarial ha sido mucho más bajo.Tampoco domina el sistema de integración, sino que cada granja tiene sus propias explotaciones o lo hace a través de cooperativas. En la avicultura de puesta, 10 empresas suponen el 20% de la producción y entre ellas destacan firmas como Hibramer, Coren, Guissona, Cantosblancos, Dagu, Cooperativa Avícola de Burgos, Pitas y Mayper.

Un grupo de balineses queman pollos afectados por la gripe aviar.REUTERS

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