El Vaticano prohibirá la entrada en los seminarios a los homosexuales

La nueva regla se aplicará incluso si los gays mantienen el celibato

El Vaticano va a cambiar las reglas de entrada a los seminarios para impedir el acceso a los homosexuales, según informó ayer el periódico estadounidense The New York Times, que citó como fuente a un "funcionario de la Iglesia". La prohibición no hará excepciones, e incluirá también a aquellos seminaristas gays que estén dispuestos a respetar el celibato. La norma no se aplicará a los sacerdotes.

La norma se aplicará a seminaristas o a los aspirantes a entrar en estos centros de formación. El correspondiente documento no ha sido firmado todavía por el papa Benedicto XVI, pero el ...

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El Vaticano va a cambiar las reglas de entrada a los seminarios para impedir el acceso a los homosexuales, según informó ayer el periódico estadounidense The New York Times, que citó como fuente a un "funcionario de la Iglesia". La prohibición no hará excepciones, e incluirá también a aquellos seminaristas gays que estén dispuestos a respetar el celibato. La norma no se aplicará a los sacerdotes.

La norma se aplicará a seminaristas o a los aspirantes a entrar en estos centros de formación. El correspondiente documento no ha sido firmado todavía por el papa Benedicto XVI, pero el funcionario insistió en que "no es cuestión de si se van a publicar (las nuevas normativas), sino de cuándo se hará".

La reglamentación no supondrá un cambio de doctrina, según el funcionario, ya que existen reglas semejantes anteriores, aunque no se han aplicado en las últimas décadas. Un documento de 1961 desaconseja la ordenación de quienes tengan "inclinaciones perversas hacia la homosexualidad o la pederastia". El informante señala, además, que los aspirantes homosexuales al sacerdocio, aunque se comprometan al celibato, pueden sentir la tentación en un seminario, "que tiene un ambiente especial, ya que uno está rodeado por hombres, no por mujeres".

Las medidas han suscitado el malestar de algunos católicos que temen que lleve a sacerdotes homosexuales a abandonar el oficio, aunque hayan observado escrupulosamente el celibato. En cambio, la organización Católicos Unidos por la Fe respalda la normativa, ya que cree que algunos aspirantes heterosexuales al sacerdocio podrían ser reacios a entrar en los seminarios porque han oído que la mayor parte de los seminaristas son gays. Un portavoz de la organización comentó que admitir a hombres con tendencias homosexuales a un seminario "es como encargar a un alcohólico que regente un bar".

La decisión de impedir la entrada de gays en los seminarios llega después de que hace una semana el Vaticano mandara una comisión para investigar la existencia de gays entre los aspirantes a sacerdotes. La investigación será dirigida por el obispo castrense de EE UU Edwin O'Brien, y afectará a 229 seminarios donde estudian 4.500 aspirantes a curas.

En esta investigación se preguntará a los seminaristas y a los dirigentes de los centros si existe algún proceso para detectar y apartar a quienes no sean "buenos ejemplos", si han percibido "evidencias de homosexualidad" o si hay algún programa para detectar y evitar las "amistades particulares".

Los seminarios católicos de EE UU están bajo sospecha desde que en 2002 se produjera una cadena de escándalos de casos de pederastia por parte de varios curas e incluso de un obispo. Las demandas han costado hasta la fecha más de mil millones de dólares (820 millones de euros) a la Iglesia católica de EE UU.

El mismo Papa fue demandado este mes ante un tribunal de Tejas por tres hombres que denuncian haber sido abusados sexualmente siendo todavía niños por un seminarista, y pretenden responsabilizar a Benedicto XVI, que entonces encabezaba la Congregación para la Doctrina de la Fe.

En octubre de 1986, la congregación, presidida por el actual Papa, dijo que la "inclinación de la persona homosexual, aunque en sí no sea pecado, constituye una tendencia [...] hacia un comportamiento intrínsecamente malo desde el punto de vista moral. Por este motivo, la inclinación misma debe ser considerada como objetivamente desordenada".

El papa Benedicto XVI.EFE

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