ELECCIONES EN ALEMANIA

El empleo centra la campaña

El desempleo, del 11,4%, es el asunto central que articula la campaña electoral. Si el canciller, Gerhard Schröder, tiene pocas posibilidades de ganar el 18 de septiembre es por su fracaso en frenar el paro. Schröder, que no introdujo su reforma laboral hasta 2002, después de una legislatura en el poder, aboga el continuismo. En su programa trata, sin embargo, de contentar a la izquierda de su electorado, que le acusa de haber destruido el Estado de bienestar, con concesiones como el impuesto para ricos.

Para Schröder, el camino correcto es el comenzado en 2002, que aún no ha tenido tie...

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El desempleo, del 11,4%, es el asunto central que articula la campaña electoral. Si el canciller, Gerhard Schröder, tiene pocas posibilidades de ganar el 18 de septiembre es por su fracaso en frenar el paro. Schröder, que no introdujo su reforma laboral hasta 2002, después de una legislatura en el poder, aboga el continuismo. En su programa trata, sin embargo, de contentar a la izquierda de su electorado, que le acusa de haber destruido el Estado de bienestar, con concesiones como el impuesto para ricos.

Para Schröder, el camino correcto es el comenzado en 2002, que aún no ha tenido tiempo de dar sus frutos. Para la próxima legislatura propone bajar un poco más los impuestos a las empresas para incentivarlas a la creación de empleo. Las recetas de la democristiana Angela Merkel inciden también en descargar a las empresas. Merkel pretende bajarles los impuestos y reducir los costes laborales. Para financiar estas medidas, la Unión Demócrata Cristiana ha decidido aumentar el IVA dos puntos, hasta el 18%. La CDU quiere flexibilizar el despido y permitir acuerdos tarifarios en el seno de las empresas sin que empleador y trabajadores estén sujetos al convenio regional o nacional negociado por los sindicatos. Los representantes sindicales temen que las empresas tengan más poder sobre las plantillas.

Los liberales optan por eliminar subvenciones a empresas y sectores deficitarios. El partido presidido por Guido Westerwelle quiere desmontar la Agencia Federal de Empleo y dedicar los fondos que ésta invierte en la tramitación de puestos de trabajo a la formación e investigación. El partido liberal FDP se opone a la iniciativa democristiana de subir el IVA, aunque ello sirva para reducir los costes laborales.

Los Verdes de Joschka Fischer también consideran urgente reducir los costes laborales, que financiarían subiendo los impuestos a los ricos. Apuestan por introducir un salario mínimo que no cuantifican. Quienes sí lo hacen son los socialistas del PDS y el WASG: 1.000 euros. La receta de Gysi y Lafontaine: aumentar los ingresos de los trabajadores para que consuman más y que el aumento de la demanda interna impulse el crecimiento de la economía.

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