Revolución en el turismo
Los modos de viajar han cambiado. El bajo coste, el billete electrónico, el euro y nuevas ideas hoteleras (clean & cool, limpios y con estilo, por ejemplo) dan un vuelco radical al mercado.
Las aerolíneas de bajo coste han revolucionado el transporte aéreo de pasajeros: el momento de una escapada y el destino se eligen en función de una oferta concreta. Compañías como Ryanair, Easyjet, Air Berlín, Germanwings y otras hasta el medio centenar ocupan ya el 30 % del tráfico aéreo en España. La clave de su éxito es ofrecer vuelos baratos a costa de reducir servicios a bordo y costes o...
Los modos de viajar han cambiado. El bajo coste, el billete electrónico, el euro y nuevas ideas hoteleras (clean & cool, limpios y con estilo, por ejemplo) dan un vuelco radical al mercado.
El 'boom' del bajo coste
Las aerolíneas de bajo coste han revolucionado el transporte aéreo de pasajeros: el momento de una escapada y el destino se eligen en función de una oferta concreta. Compañías como Ryanair, Easyjet, Air Berlín, Germanwings y otras hasta el medio centenar ocupan ya el 30 % del tráfico aéreo en España. La clave de su éxito es ofrecer vuelos baratos a costa de reducir servicios a bordo y costes operativos, con billetes que pueden costar menos de 15 euros por trayecto a destinos tan atractivos como Cerdeña (www.ryanair), Varsovia (www.centralwings.com y www.wizzair.com), Riga (www.airbaltic.com), Yorkshire (www.jet2.com), Ginebra (www.easyjet.com), Copenhague (www.maersk-air.com), Venecia (www.myair.com) o Roma (www.ryanair.com).
Una fórmula que se ha extendido a otros medios de transporte y servicios turísticos, como los coches de alquiler, los hoteles y ahora también los cruceros: desde el 6 de mayo, el Easy Cruise One, un pequeño barco de 88 metros de eslora y capacidad para 170 pasajeros surca las aguas de la Riviera, entre Saint-Tropez (Francia) y la maravillosa bahía de Portofino (Italia), por 50 euros la noche, sin incluir vuelos ni comidas.
En invierno, cambiará las aguas del Mediterráneo por las del Caribe para navegar por Barbados y las pequeñas antillas en travesías de dos o más noches que cuestan desde 40 euros la noche (www.easycruise.com).
El turismo electrónico
Boletín
Comprar un billete de avión, reservar una habitación en un hotel de ensueño, alquilar un coche y consultar toda la información disponible sobre el destino. Más barato, más rápido y con todas las opciones en la pantalla.
El sector turístico online está viviendo un crecimiento sin precedentes, y este año moverá en Europa 28.000 millones de euros. A su favor juegan, sobre todo, el ahorro y la comodidad. Y la implantación de Internet: más de cuatro millones y medio de hogares españoles están conectados a la Red, según el Instituto Nacional de Estadística, y la cifra crece a un ritmo de un millón anual.
La nueva generación de hoteles
En la nueva generación de hoteles, el impacto no se mide por el número de estrellas, sino por la singularidad y el confort de sus colchones y almohadas. Los hoteles dejan de ser meros lugares de paso para convertirse en espacios sorprendentes creados por arquitectos y diseñadores como Norman Foster, Zaha Hadid, Jean Nouvel, Ron Arad, Robert Wilson, Philippe Starck. O en acogedores refugios donde sentirse como en casa o simplemente descansar. El término inglés clean & cool (limpio y con estilo) se ha acuñado para referirse a una serie de hostales, pensiones, albergues y pequeños hoteles pulcros, baratos y con una cuidada decoración, dirigidos a jóvenes profesionales y viajeros independientes.
El euro
Dos marcos, 7 francos, 14 chelines, 166 pesetas, 200 escudos, 340 dracmas, 1.936 liras. Un euro. Desde la entrada en circulación de la moneda única, en enero de 2002, viajar es más cómodo y barato. Entre las ventajas del euro para el turista español están el ahorro de las comisiones de cambio en los viajes por la Unión Europea y una mayor transparencia a la hora de comprender y comparar los precios. Su capacidad como divisa fuerte en los desplazamientos fuera de Europa ha abaratado los viajes a Suramérica, Estados Unidos y otros países bajo la influencia del dólar. Atrás quedan también las depreciaciones inesperadas, una práctica que fue habitual en España para mantener los precios más competitivos que otros destinos.