Chirac y Merkel ponen trabas a la adhesión de Turquía a la UE

Jacques Chirac elevó ayer el conflictivo perfil de la discusión sobre la adhesión de Turquía a la Unión Europea al manifestar ante el presidente de la Comisión, José Manuel Durão Barroso, que le visitaba en París, que la negativa de Ankara a reconocer a Chipre no sólo "plantea problemas jurídicos y políticos" sino que "no está en el espíritu que se espera de un candidato a la Unión". A la presión sobre Turquía se sumó Angela Merkel, favorita para convertirse en próxima canciller de Alemania, al reiterar su idea de que lo mejor para Turquía es mantener una relación privilegiada con la UE.
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Jacques Chirac elevó ayer el conflictivo perfil de la discusión sobre la adhesión de Turquía a la Unión Europea al manifestar ante el presidente de la Comisión, José Manuel Durão Barroso, que le visitaba en París, que la negativa de Ankara a reconocer a Chipre no sólo "plantea problemas jurídicos y políticos" sino que "no está en el espíritu que se espera de un candidato a la Unión". A la presión sobre Turquía se sumó Angela Merkel, favorita para convertirse en próxima canciller de Alemania, al reiterar su idea de que lo mejor para Turquía es mantener una relación privilegiada con la UE.

Francia ya atacó a primeros de mes por boca de su primer ministro, Dominique de Villepin, pero la intervención de Chirac da más calado al conflicto que París desea plantear abiertamente sobre la idoneidad de Turquía como miembro de la UE. La excusa es la negativa turca a reconocer a Chipre, miembro de Los veinticinco, reiterada en la declaración con que a finales de julio acompañó la ampliación de un protocolo de unión aduanera a los 10 nuevos Estados miembros de la Unión. Esta ampliación era una de las dos exigencias planteadas por la UE a Ankara, con la anuencia francesa, para iniciar el próximo 3 de octubre las negociaciones de adhesión. La otra era la adopción de un paquete legislativo, que fue aprobado ya en junio por los turcos.

Para la Comisión Europea, Turquía ha cumplido. A falta del dictamen jurídico sobre el alcance de la declaración tomando distancia de Chipre, Bruselas considera que mediante el protocolo aduanero "Turquía reconoce el hecho de que la Unión Europa tiene 25 miembros, lo que es crucial", según Olli Rehn, comisario para la Ampliación.

Cartas a Barroso y a Blair

Mientras, la presidenta de la Unión Cristiano Demócrata (CDU), Angela Merkel, y el presidente del partido hermano la Unión Socialcristiana (CSU), el primer ministro de Baviera Edmund Stoiber, apelan a impedir el ingreso de Turquía en la UE. En una carta a los jefes de Gobierno conservadores europeos, con copia al actual presidente de turno del Consejo Europeo, el británico Tony Blair, y a Barroso, advierten Merkel y Stoiber contra los riesgos de la entrada de Turquía en la UE: "Tenemos la firme convicción de que la admisión de Turquía desborda a la UE en lo político, lo económico y lo social y pondría en peligro el proceso de integración. También deberíamos considerar que el futuro de la UE depende de la aprobación de sus ciudadanos y ciudadanas".

En su misiva advierten Merkel y Stoiber que saben que una mayoría de la población alemana y de otros Estados de la UE comparten sus ideas sobre el tema. Añaden los dos dirigentes democristianos como argumento contra Turquía su negativa al reconocimiento de la República de Chipre. Mencionan a continuación Merkel y Stoiber que la UE ha pasado por alto en silencio la ocupación de las tropas turcas del norte de Chipre en contra del Derecho Internacional.

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