El Ararteko considera insuficientes los recursos de atención a ancianos

Un informe elaborado por el Ararteko ha puesto de manifiesto los insuficientes recursos ofertados en el País Vasco desde los sectores público y privado para atender a los mayores de 65 años. El estudio revela que las plazas existentes en residencias y centros de día está muy por debajo del número recomendado en el propio Plan Gerontológico Vasco. En el caso de los centros de día está justo en la mitad de lo necesario: la tasa de cobertura es del 0,46% cuando el Plan establecía que ya en 2001 debería ser del 0,8%, es decir, prácticamente una plaza por cada 100 personas mayores de 65 años. La si...

Un informe elaborado por el Ararteko ha puesto de manifiesto los insuficientes recursos ofertados en el País Vasco desde los sectores público y privado para atender a los mayores de 65 años. El estudio revela que las plazas existentes en residencias y centros de día está muy por debajo del número recomendado en el propio Plan Gerontológico Vasco. En el caso de los centros de día está justo en la mitad de lo necesario: la tasa de cobertura es del 0,46% cuando el Plan establecía que ya en 2001 debería ser del 0,8%, es decir, prácticamente una plaza por cada 100 personas mayores de 65 años. La situación en las residencias, concepto que engloba a la residencia tradicional, las viviendas comunitarias y los pisos tutelados, no es mejor. En la actualidad se ofertan 3,45 plazas por cada 100 mayores, lejos de las 4,4 fijadas en el Plan Gerontólogico, un documento elaborado en 1994 por todas las administraciones con competencias en esta materia.

La situación es tan deficitaria que incluso el número de plazas residenciales se encuentra por debajo de la media española. Frente a las 3,45 plazas de Euskadi, la media española es de 3,62. Varias comunidades ofrecen una cobertura más amplia que el País Vasco, como La Rioja (5,29%), Castilla y León (5,22%), Navarra (4,85%), Aragón (4,1%) o Castilla-La Mancha (4%). Durante la presentación del informe, el Ararteko, Iñigo Lamarca, lamentó el hecho de que no haya

recursos para todos. "No todos los mayores dependientes están siendo debidamente atendidos". La oferta asistencial deficitaria conlleva la formación de listas de espera.El Defensor del Pueblo vasco entregó ayer el informe extraordinario Atención a las personas mayores en la comunidad autónoma a la presidenta del Parlamento, Izaskun Bilbao. Se trata de un exhaustivo informe que pulsa los recursos asistenciales que se encuentran al alcance de la tercera edad. La previsión para el año 2010 es que Euskadi cuenta con 419.000 personas mayores de 65 años, lo que supondrá el 20% de la población total. En la actualidad, el País vasco es una de las comunidades más envejecidas, por lo que la demanda de recursos y asistencia por parte de la tercera edad es creciente. De esta forma, en la década 1991-2001, el número de personas mayores atendidas por los distintos servicios sociales se incrementó en un 87%, pasando de 14.515 usuarios a 27.140.

Al cierre del año 2003, un total de 327 residencias funcionaban en la comunidad, ofertando en conjunto más de 14.000 plazas. El aumento del número de centros en los últimos años se debe fundamentalmente al tirón del sector privado, que se han incrementado en una década en un 216%. En cuanto a los centros de día, su número ascendía en 2003 (últimos datos disponibles) a 80, con un total de 2.068 plazas. La tasa de cobertura asciende a 5,5 plazas por cada 1000 mayores de 65 años. La cobertura alavesa dobla a la vizcaína y es un 42% superior a la guipuzcoana. En asistencia domiciliaria, la tasa de cobertura es del 3,79%, lo que permite cubrir las necesidades de algo más de 13.000 usuarios de este servicio.

Desigualdades

En su conjunto, la oferta de plazas en residencias, en centros de día y en ayuda a domicilio arroja una cobertura del 7,7% frente al 11% que estableció en su momento el Plan Gerontológico Vasco para el año 2001. El Ararteko resalta el "innegable esfuerzo" realizado en la década que va de 1991 a 2001 por aproximarse a las necesidades de la tercera edad, pero la situación de partida era muy mala y, por lo tanto, el balance "dista de ser satisfactorio". Por ejemplo, los índices de protección de los países europeos del entorno, tanto de atención residencial como domiciliaria, superan con amplitud los defendidos en el plan vasco.

Pero si la situación global de Euskadi es deficitaria, una visión más pormenorizada por territorios o por comarcas revela diferencias que discriminan gravemente a los mayores según la localidad donde vivan. La traducción es que un anciano alavés tiene cuatro veces más posibilidades de acceder a una residencia que el resto de los vascos. El informe parte de la consideración de que la cobertura alavesa de un 11,44 plazas por cada 100 ancianos es aceptable. A partir de ahí, surgen las diferencias. Algunas comarcas están por debajo de la mitad del índice registrado en Álava, como el Duranguesado, Markina-Ondarroa y Gran Bilbao.

Ante las incertidumbres que plantea el modelo actual, que no logra dar cabida a una demanda que no deja de crecer, el Ararteko plasma en su informe una serie de recomendaciones. En primer lugar, advierte a las administraciones de que ha llegado la hora de reflexionar sobre la sostenibilidad del modelo actual y buscar fórmulas que garanticen su futuro. Por otra parte, incide en las necesidades sin cubrir, sobre todo, dependiendo de cada territorio. Y en esta línea, aboga porque las administraciones sean capaces de ponerse de acuerdo en una serie de pautas para que el nivel de prestaciones sea homogéneo para todos los ciudadanos vascos, independientemente de dónde tengan su lugar de residencia.

El informe considera "difícilmente justificable" que en una comunidad como Euskadi, con apenas dos millones de habitantes, convivan tres planes gerontológicos promovidos por las diputaciones con objetivos dispares en coberturas globales: 7,2% en Vizcaya y 13% en Álava. "Esto llama a una seria reflexión", zanja el Ararteko.