Pla y Narbona buscan una salida consensuada al trazado definitivo del trasvase Júcar-Vinalopó

La decisión de cambiar la toma de agua del proyecto se adoptará en los próximos días

La decisión sobre un posible cambio de la toma de agua del trasvase Júcar-Vinalopó, que obligaría a modificar el trazado actual, continúa abierta. El Ministerio de Medio Ambiente y el PSPV analizaron ayer la situación de la obra en ejecución y las alternativas, y mantendrán nuevos contactos en los próximos días para intentar acordar una solución "óptima" al polémico proyecto, según fuentes conocedoras de la reunión, a la que asistieron la ministra Cristina Narbona y el secretario general del PSPV-PSOE, Joan Ignasi Pla, entre otros.

La reunión, que duró varias horas, sirvió para que el m...

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La decisión sobre un posible cambio de la toma de agua del trasvase Júcar-Vinalopó, que obligaría a modificar el trazado actual, continúa abierta. El Ministerio de Medio Ambiente y el PSPV analizaron ayer la situación de la obra en ejecución y las alternativas, y mantendrán nuevos contactos en los próximos días para intentar acordar una solución "óptima" al polémico proyecto, según fuentes conocedoras de la reunión, a la que asistieron la ministra Cristina Narbona y el secretario general del PSPV-PSOE, Joan Ignasi Pla, entre otros.

La reunión, que duró varias horas, sirvió para que el ministerio y los socialistas valencianos expusieran sus puntos de vista sobre el proyecto y analizaran los escenarios técnicos y políticos abiertos para dar una salida al conflicto del trasvase Júcar-Vinalopó. Los contactos continuarán en los próximos días para intentar presentar una decisión consensuada en la comisión técnica del trasvase, que en principio se celebrará la semana que viene y que reúne al Gobierno, la Confederación Hidrográfica del Júcar, los regantes del Júcar y del Vinalopó, la Generalitat, la empresa pública Aguas del Júcar, la Fundación Nueva Cultura del Agua y Xúquer Viu. No obstante, según fuentes conocedoras de la negociación, la decisión no tiene una fecha cerrada, dada la complejidad del tema.

Pla, cuya postura y propuesta sobre el proyecto será decisiva en la resolución final, ha mantenido varias reuniones con los socialistas del Vinalopó y de la Ribera y quiere presentar una solución que asegure las necesidades de agua de todos los implicados, una alternativa "coherente" desde el Gobierno y también la Generalitat, que tiene pendiente buena parte de la modernización de regadíos en el Júcar, una condición del proyecto para crear sobrantes para el trasvase al Vinalopó, según señalan fuentes del PSPV-PSOE. Pla analizará ahora la reunión de ayer con los responsables del partido. El ministerio, si bien se inclinaba en principio por cambiar la toma de agua y situarla en el Azud de la Marquesa, cerca de la desembocadura del Júcar en Cullera, frente al trazado en obras, río arriba en Cortes de Pallás, mantiene abiertas las opciones para buscar el acuerdo de los socialistas valencianos.

El cambio de la toma de agua del trasvase al Azud de la Marquesa, que defienden sobre todo los regantes del Júcar, asegura una mayor disponibilidad de recursos, pero obliga a diseñar un nuevo trazado, lo que implica un aumento de los costes y el retraso del proyecto. Además, exigirá la revisión de la financiación de la obra, presupuestada en algo más de 230 millones de euros que aportan la Unión Europea, el Gobierno y los usuarios del Vinalopó. La obra está ejecutada en un 41% (incluida compra de materiales) con certificaciones por 91 millones, aunque en los tramos centrales sólo se han hecho trabajos previos.

Un proyecto conflictivo

La controversia ha acompañado al trasvase Júcar-Vinalopó desde su planificación y la oposición al proyecto no ha dejado de crecer desde que en noviembre de 2002 se colocara la primera piedra de la obra en Cortes de Pallás. Y especialmente después de que la comisión técnica creada el año pasado en la Confederación Hidrográfica del Júcar para revisar el proyecto y establecer un caudal ecológico para el río y la protección de L'Albufera pusiera de manifiesto que una transferencia de un máximo de 80 hectómetros cúbicos anuales es "inviable", según el ministerio. El río no tiene recursos suficientes para cubrir esa demanda, lo que ha afianzado la exigencia de la plataforma cívica Xúquer Viu y la Fundación Nueva Cultura del Agua, además de los ecologistas y partidos de izquierda como EU de que se paralice el proyecto para buscar alternativas. A la protesta se han sumado los regantes del Júcar, preocupados por el estado del río y la escasez de recursos, al igual que numerosos ayuntamientos y entidades de la Ribera, La Costera y La Canal de Navarrés. En el otro lado de la polémica, los regantes y poblaciones del Vinalopó, que padecen un importante déficit de agua, defienden que el trasvase es viable con los sobrantes de la modernización de regadíos y no dañará al Júcar. El PP, como en el caso del trasvase del Ebro, defiende la ejecución del proyecto.

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