Crítica:Para los más pequeños | INFANTIL Y JUVENIL

Vacaciones didácticas

Entre las últimas novedades destacan dos títulos especialmente indicados para leer con los más pequeños: Abezoo, de Carlos Reviejo, un abecedario ilustrado de gran formato, escrito en verso y protagonizado por animales, ideal para leer en voz alta mientras los niños observan los detalles, siempre divertidos, de las ilustraciones de Javier Aramburu; Buenos días, de Jan Ormerod, un álbum intimista, ya un clásico moderno, que le valió a su autora el premio al mejor libro australiano del año en 1981 y su reconocimiento internacional. El libro, sin palabras, narra a través de espléndi...

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Entre las últimas novedades destacan dos títulos especialmente indicados para leer con los más pequeños: Abezoo, de Carlos Reviejo, un abecedario ilustrado de gran formato, escrito en verso y protagonizado por animales, ideal para leer en voz alta mientras los niños observan los detalles, siempre divertidos, de las ilustraciones de Javier Aramburu; Buenos días, de Jan Ormerod, un álbum intimista, ya un clásico moderno, que le valió a su autora el premio al mejor libro australiano del año en 1981 y su reconocimiento internacional. El libro, sin palabras, narra a través de espléndidas ilustraciones el lento despertar de una familia y retrata, con precisión fotográfica y un tempo asombroso, los pequeños gestos y hábitos cotidianos.

Para los niños que ya empiezan a leer solos recomendamos dos libros ilustrados, y con poco texto, protagonizados por osos humanizados: Yo, del alemán Philip Waechter, y El secreto de Óscar, de Ricardo Alcántara, ilustrado por Emilio Urberuaga. El primero es un simpático canto a la autoafirmación y a la confianza en los demás, en el que un oso, encantado consigo mismo -"yo soy fantástico", "yo soy listo", explica feliz-, reconoce también sus momentos difíciles y la importancia del cariño de los otros para superarlos. Y el segundo aborda, también desde el humor, uno de los complejos habituales entre los niños de estas edades, que quieren ser mayores pero no consiguen abandonar las costumbres de pequeños, como dormir con un peluche. Eso es lo que le pasa al osito Óscar, que se aísla de sus amigos por temor a que descubran su secreto.

Ilustración de Javier Aramburu para 'Abezoo'.

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