Reportaje:2M12 | La carrera olímpica

Un respiro en un hotel de museo

La delegación española, en la que se mezclan los nervios y el optimismo, se congregó en el mítico Raffles durante una hora

Reunida en el jardín del viejo Raffles, la delegación de Madrid 2012 se tomó un respiro para relajarse. En el patio del hotel que ha sido bandera de Singapur durante 150 años, departieron políticos, deportistas, periodistas, empresarios, hombres y mujeres cuya influencia se espera que sea decisiva en las horas previas a la votación. La reina Sofía se unió a la pequeña fiesta, en medio de un calor que la humedad volvía difícil de soportar. Había terminado la conferencia de prensa de Alberto Ruiz-Gallardón y era hora de rebajar la tensión, apreciable en el rostro del alcalde de Madrid. Momentos ...

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Reunida en el jardín del viejo Raffles, la delegación de Madrid 2012 se tomó un respiro para relajarse. En el patio del hotel que ha sido bandera de Singapur durante 150 años, departieron políticos, deportistas, periodistas, empresarios, hombres y mujeres cuya influencia se espera que sea decisiva en las horas previas a la votación. La reina Sofía se unió a la pequeña fiesta, en medio de un calor que la humedad volvía difícil de soportar. Había terminado la conferencia de prensa de Alberto Ruiz-Gallardón y era hora de rebajar la tensión, apreciable en el rostro del alcalde de Madrid. Momentos antes, un periodista de la BBC británica le había preguntado por su estado de nervios. Gallardón, que ha perdido ocho kilos de peso en los últimos días, miró fijamente a la cámara, casi petrificado, hasta que arrancó a hablar: "¿Nervios? Ya no aguanto más". No es el único. Manuel Cobo, teniente de alcalde, ha multiplicado casi exponencialmente el consumo de cigarrillos. Es una chimenea andante. Feliciano Mayoral, consejero delegado del proyecto, también reflejaba la fatiga. Pero era un momento para bajar el pistón, para sentirse acompañado en una jornada muy dura.

"Beckham vive muy a gusto en Madrid. Por algo será", decía Raúl, el más asediado
¿En qué hotel del mundo se puede decir que se mató a un tigre?
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La mayor parte de la expedición había llegado por la mañana. Las últimas figuras del deporte español -Raúl, Gasol, Indurain, Estiarte, Beatriz Ferrer Salat...- estaban acompañadas por legendarios como Manolo Santana o Pedro Ferrándiz. Los flashes de las cámaras se dispararon especialmente cuando Raúl entró en el vestíbulo del hotel. Con una barba incipiente, enseguida le llovieron preguntas sobre su pronóstico y especialmente sobre Beckham, cuya baza publicitaria ha sido utilizada exhaustivamente por la candidatura de Londres. Raúl tuvo oportunidad de contestar en la conferencia de prensa oficial, celebrada por la tarde. "Apenas he hablado con Beckham de estas cuestiones, pero sí puedo decir que Beckham vive en Madrid, está muy a gusto en Madrid y siente que la ciudad le ha acogido con los brazos abiertos. Por algo será. El COI debería tomar nota de ello", contestó a un periodista británico.

En el jardín del Raffles, Raúl se sentó a un par de metros de Florentino Pérez, el presidente del Real Madrid, teléfono móvil en mano, largas conversaciones, quizá la inminencia de un fichaje. ¿Robinho? Todo ello en un escenario de película, un hotel legendario cuyo perfil ya resulta singular en una ciudad dominada por el vidrio y el metal de los rascacielos. El Raffles está sacado de otra época, del imperio colonial que contruyeron los británicos en el siglo XIX. Pocos edificios como este hotel reflejan aquel tiempo. Apenas tres plantas, largas balaustradas, jardines con una vegetación exuberante, paredes blancas encaladas, un lujo decadente y una historia que merece un museo. De hecho, el Raffles tiene un museo. ¿En qué hotel del mundo se puede decir que se mató a un tigre? En el Raffles de Singapur, donde el último tigre de la isla, escondido en la sala de billares, fue abatido en 1902. En este hotel hay una habitación que lleva el nombre de Ava Gardner, uno de los muchos mitos de Hollywood que se hospedaban con frecuencia. Hotel de estrellas de cine y de los escritores que contaron las mejores historias de la aventura colonial británica: Rudyard Kipling o Joseph Conrad.

El Raffles sirve de casa en estos días a la reina Sofia y lo hará desde hoy para José Luis Rodríguez Zapatero, presidente del Gobierno, y el séquito de ministros que le acompañan: Miguel Ángel Moratino, de Exteriores, y María Jesús San Segundo, de Educación. Mientras tanto, Sergi Arola, el chef de La Broche, se ha apoderado durante unos días de una de las cocinas del Raffles. Se ha dispuesto un restaurante donde no faltan miembros del COI. Todo puntúa para ganarse algún voto en un momento donde la actividad de los representantes de las candidaturas es frenética. Nadie sabe qué efecto producirán las conversaciones, charlas de pasillo, cenas, contactos fugaces que se establecen en el pequeño perímetro que forman el viejo Raffles, el moderno Raffles Plaza y el vertiginoso Swissotel Stamford.

De allí llegó a la pequeña fiesta Juan Antonio Samaranch, cuyo trabajo es febril. En otra esquina del jardín, el empresario catalán Leopoldo Rodés se ha tomado un respiro después de un largo día de conversaciones. La reina Sofía acudió poco después de comenzada la recepción. Por la mañana había participado en el penúltimo ensayo de lo que será la presentación de Madrid 2012 ante los miembros del COI. El ensayo duró cuatro horas, con un formato que mezclaba cinco vídeos - uno con deportistas españoles y extranjeros, como Eto'o y Bodiroga- y las intervenciones de los representantes de la candidatura. Algunos estaban en la fiesta, caso de Pau Gasol, cuya figura emergía sobre todas las demás en el jardín. "La candidatura de Madrid es inigualable. Me encantaría participar allí en los Juegos de 2012", declaró. Muy cerca de Gasol, Miguel Indurain mantenía la misma serenidad que le hizo célebre en el Tour. Se mostró optimista, lo mismo el presidente del PP, Mariano Rajoy, que nunca disimula su pasión por el ciclismo. "No veo ninguna razón para que Madrid no gane", declaró con una evidente vena gallega. Florentino Pérez, consciente del impacto que tiene el Real Madrid en todos los rincones del planeta, fue más contundente: "Le he dicho a la Reina que vamos a ganar". Poco después regresó al vestíbulo del hotel donde se aloja. Era la hora de volver al trabajo de persuasión. El jardín del Raffles comenzó a vaciarse de gente. Había pasado la hora de la distensión. Muchos de los que allí estaban tenían trabajo que hacer.

Florentino Pérez junto a Enrique Cerezo.EFE
Ruiz-Gallardón y Rajoy se saludan en Singapur.RICARDO GUTIÉRREZ
La Reina recibe el saludo de Samaranch ayer en Singapur.RICARDO GUTIÉRREZ

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