Calella estrena una normativa restrictiva para las horas de apertura de comercios

Los vecinos de Sant Pol de Mar (Maresme) reclaman al Ayuntamiento la retirada inmediata de las antenas de telefonía y televisión de la zona de Els Garrofers. Una sentencia judicial dio la razón a los vecinos, ya que las antenas se ubicaban en una zona verde, y obligaba al consistorio a retirarlas. Los miembros del Ayuntamiento han cursado un recurso para no tener que hacerse cargo de las indemnizaciones que les supondría el desmantelamiento de dichas antenas.-

Desde el pasado viernes, los comerciantes de Calella (Maresme) deben acatar nuevas normas municipales relacionadas con sus comer...

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Los vecinos de Sant Pol de Mar (Maresme) reclaman al Ayuntamiento la retirada inmediata de las antenas de telefonía y televisión de la zona de Els Garrofers. Una sentencia judicial dio la razón a los vecinos, ya que las antenas se ubicaban en una zona verde, y obligaba al consistorio a retirarlas. Los miembros del Ayuntamiento han cursado un recurso para no tener que hacerse cargo de las indemnizaciones que les supondría el desmantelamiento de dichas antenas.-

Desde el pasado viernes, los comerciantes de Calella (Maresme) deben acatar nuevas normas municipales relacionadas con sus comercios. El Ayuntamiento de esta localidad del litoral barcelonés ha decretado que del 1 de mayo al 31 de octubre los negocios abran de 7 a 23 horas, mientras que el resto del año deberán cerrar una hora antes. Además, se exige el cierre de comercios el 1 de mayo, Día del Trabajador, y se pretende hacer lo mismo con el 11 de septiembre, Diada de Cataluña. Hasta ahora, al estar Calella ubicada en una zona eminentemente turística, los comercios podían permanecer abiertos las horas y los días que quisiesen. Por otra parte, la nueva norma también fija que en la calle de la Esglèsia, centro comercial de la población, se prohíbe a las tiendas exponer y sacar sus mercancías a la calle.

Estas medidas pretenden dinamizar el comercio de la ciudad y conseguir una homogeneización entre todos los negocios para no dar a la zona comercial de Calella un aspecto de mercadillo. Además la nueva ordenanza municipal, se ha propuesto controlar la actividad molesta en la calle para evitar enfrentamientos de determinados sectores comerciales con los vecinos, que se quejaban por el ruido. La sanción mínima a quien no cumpla la nueva normativa será de 100 euros e irá en aumento, según los casos.

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